Adaptaciones

15 de octubre 2025 - 03:08

Mi abrupta vuelta al mundo de las publicaciones y los libros, los autores, presentaciones, editoriales, entrevistas y mundillo me está dejando un sabor a ratos feliz y a ratos vacío. Y no tanto por mí como por los demás. He asistido a varias presentaciones y algunos reencuentros con gente conocida que en realidad había empezado un poco antes y creo que vuelvo a ver lo mismo que dejé sólo que un poco peor. Un poco peor desde mi punto de vista miope, desenfocado, personal e inadaptado. O es que no recuerdo como era. Veo muchos que han progresado, porque nunca han abandonado el círculo de tiza de la tribu. Veo que siguen diciendo como un lugar común y frase hecha que son unos inadaptados cuando están más adaptados que nunca al medio, al grupo tribal al que yo no soy capaz de pertenecer por mucho que me esfuerce, visto está que sigo siendo invisible para la mayoría de la gente y está claro por qué, porque no tengo aptitudes para quedarme dentro de ningún circulo de tiza y mira que le he intentado, no porque no me admitan si no porque no lo soporto. No soporto ningún mundo gregario llámese asociación, grupo, tribu, cofradía, hermandad, colegio, familia, pueblo, empresa o amigos a los que me he acercado e incluso me he integrado o me he intentado integrar, con mayor o menor ilusión hasta que sin rencor ninguno hacia nadie, me voy a la francesa. Au revoir. Adieu. Adiós. La vuelta al mundo de los libros, no por iniciativa propia me ha hecho poner mucho de mi parte para darme cuenta otra vez de que llama mucho la atención y hace como gracia o queda guay conocer alguien que escribe pero no lo suficiente para que vayan a tus presentaciones o compren tu libro. Lo cual no me disgusta o me parece mal. Es más, me parece bien porque me reafirma en estar en el lado correcto también llamémosle como queramos, perdedor, maldito, de culto, e incluso si me apuras decadente y bohemio. Yo, que trabajo miles de horas más que nadie tengo pinta de bohemio, me han dicho. Perdedores de culto inadaptados que en realidad triunfan, no es mi caso. Casi los prefería antes, pero cada uno es dueño de su manera de ser a veces, las más, normalizada e integrada, adaptada y perfectamente ensamblada con el de minorías fake y pequeño éxito en la tribu. Qué bien se ve, cuando te bajas en el andén, en la otra orilla, yo no hago pie. Y allí todo brilla. Yo por ahora aquí me quedo, aunque sea sin cenar.

stats