La banalidad del poder

Almería junio de 2025. El Zapillo. Playa del Palmeral. Abrumadoras las noticias sobre la decadente situación del poder y la política en España. Es aterrador y hay que recobrar el resuello para pensar y no perder los nervios. ¿Mafia? No, a poco que estudies te das cuenta de que las organizaciones mafiosas tienen códigos de comportamiento y límites. De la Cosa Nostra hasta la Yakuza. Mario Puzo escribió El Padrino (1969) En su novela dio vida a Vito Corleone que decía “Amistad y dinero…Agua y aceite. Intenta pensar siempre como piensan los que te rodean, con esa base todo es posible”. Tony Montana acaba como acaba en El precio del poder (Brian de Palma, 1983) porque se creía ajeno a los códigos con los que se había comprometido. Se nos ha instalado a través del poder en la política una jauría de cafres sin arte, oficio, sutileza ni medida que han creído que España es su comedero particular. La endogamia y la voracidad por el privilegio han convertido la democracia española en un sistema político decadente y explotador. Poder y política contra España y los españoles. Tratando de borrar la obra histórica de siglos y alejándola de sus deberes en casa y en el difícil entramado internacional de nuestros días. Por mucho que se juegue con donde colocar el acento en Madrid, Bruselas, Rabat, Caracas, Santo Domingo o en la sede de la OTAN. Peligrosas las consultoras de los exministros. No vaya a ser que la canción del verano sea “Un canto a Pepiño, hey” o el joropo “Zapatero a tus zapatos”. Mientras tanto, venga de arrancar olivos y naranjos españoles y de desaguar presas y pantanos. Expropiación de tierras agrícolas. ¿Y la ley que ampara la propiedad privada? Los humanos vivimos en sociedad y es inherente la necesidad de poder organizarse. El poder se articula a través de la política. Nos atañen a todos porque como construcciones humanas que son, están sujetas a nuestra imperfecta naturaleza. Para tener poder, lo primero es cubrir bien las necesidades imprescindibles y pensar. Entonces puedes elegir la política. Si escogemos la libertad optamos por ser responsables de lo que hacemos como individuos y en sociedad. Nuestros antepasados cuestionaron como nadie la naturaleza del poder. Su legado nos ayudará a regenerar para bien España, nuestro sistema político y a llevar a buen término nuestras responsabilidades en el mundo.