El cañillo

Fran Murcia

fjmurcia@elalmeria.es

Ni besos, ni abrazos y, si me apuras, ni codos

Estamos tan acostumbrados al apego, que no podemos dejar de besar y abrazar sin parar. Yo soy de esas personas a las que no le gusta besuquear y fundirme al mundo como si no hubiera un mañana y eso quizá juegue a mi favor en esta situación que estamos viviendo de pandemia. Creo que ha llegado el momento de mostrar el afecto de otras maneras y dejar de ser tan gráficos para saludarnos. Una mano levantada y yo me doy por saludado, o con decirme: Buenas tardes, ¿cómo estás? Ya veo la buena voluntad de querer llevar una conversación agradable o al menos amigable. Tengo que reconocer que la moda de saludar con el codo tampoco me agrada demasiado. Lo primero porque ahora tenemos que tosernos en la zona del codo y, segundo, porque la distancia de seguridad no se respeta. Quizá es llevarlo al extremo, o quizá podéis llamarlo prudencia, pero lo que está claro que es mucho más seguro levantar la manita y sonríes un poco para que lo hagan los ojos, y ya estaría todo dicho.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios