Ni en broma

01 de noviembre 2011 - 01:00

SI un nacionalista puede decir, o para ser más exacto pregonar, - según suelen hacer cuando salen en batallón enarbolando banderas al viento -, que su tierra sería un paraíso separada del resto de España, qué tiene de malo que otras voces digan que España se quedaría descansando si se trazara una frontera lindando con aquellos territorios donde los nacionalistas dan la tabarra sin parar. La cosa viene a coincidir en el meollo de la cuestión, Cataluña por un lado, España por otro, y que Dios reparta suerte. Por eso no entiendo que los abogados catalanes abandonaran la sala cuando el expresidente del Parlamento, Gregorio Peces Barba, daba una conferencia en el Congreso Nacional de la Abogacía que se celebraba en Cádiz y dijo que mejor hubiera sido para España quedarnos con los portugueses y dejar a los catalanes cuando el Duque de Olivares se encontró con el levantamiento de Cataluña. ¿No es eso mismo lo que reclaman los nacionalistas y nadie les tose?

Si lo que molestó a los abogados es que alguien opine a favor de la independencia de Cataluña, como si eso fuera mentar la bicha, hasta el punto de que el Consejo de la Abogacía Catalana ha difundido un comunicado expresando su indignación por las palabras de Peces Barba, motivos han tenido para haberse levantado en masa y acampado en la Plaza de Cataluña como los indignados del 15-M, en las innumerables ocasiones que los nacionalistas han abarrotado las calles manifestándose por la misma causa.

Cosa rara esta de los abogados catalanes de estar oyendo miles de voces separatistas durante años reclamando la independencia de Cataluña sin mover una pestaña, y montar semejante pollo porque a un ciudadano se le ocurre, de manera desenfadada, darles la razón, aunque sea desde otra perspectiva. Y los partidos políticos, que parece que no tienen mayores motivos para ocupar el tiempo, se han apuntado a la bronca con más o menos arrojo, siendo los nacionalistas catalanes los que, paradójicamente, han condenado con más furia las palabras del profesor. El independentista de Esquerra Republicana Joan Tardá no se ha quedado corto llamándole en su cuenta de Twitter "enorme hijo de puta". Y pensándolo bien, tiene su explicación que haya montado en cólera. Sólo se puede ser independentista catalán mientras Cataluña dependa de España y en el momento que Cataluña fuera independiente, a este sujeto se le acabaría el rollo. Aunque Peces Barba haya dicho que sus palabras fueron en broma, pues eso, ni en broma se le puede decir a un independentista, que le das la independencia, porque lo dejas sin la materia prima que necesita para vivir a cuerpo de rey reclamándola eternamente.

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