Paisaje urbano
Eduardo Osborne
La senda de Extremadura
Escribió Antonio Cánovas del Castillo que “Hasta la supervivencia de una banda de ladrones necesita de la lealtad recíproca”. Cuando al fin superemos esta época autodestructiva, no podremos permitirnos el error de olvidar porque nos vemos sumidos en tal decadencia. Hay que aprender de los flagrantes errores cometidos. El primero de todos es dar la espalda a nuestra historia. Ignorarla por necios y acomplejados. Por eso nos han instalado una ley ideológica que lacera la deontología de la investigación, el estudio y la docencia de la historia. Incondicional sierva de la leyenda negra, que además pretende invadir y controlar la memoria de cada ciudadano. En segundo lugar, permitir que la política sea una profesión dedicada al privilegio controlado por los aparatos de partido. Y el totalitarismo nacionalista. Su falsedad histórica, terror, crimen y latrocinio. Equivocaciones íntimamente relacionadas que han alentado la destrucción del sistema educativo, la cultura y las instituciones de España. Analizar estos desastres nos ayudan a entender lo que vivimos desde el 11 de marzo de 2004. Si algo caracteriza al devastador ejercicio del poder del tirano Sánchez es su capacidad para el mal. Era irremediable puesto que la expresión de su naturaleza humana carece de duda razonable. Ostentosamente ningunea lo que Aristóteles nos enseña. La política nos atañe a todos porque es saber diferenciar el bien del mal. Todas y cada una de las acciones y dejaciones de Sánchez, demuestran que su relación con Aristóteles no es ni anecdótica. Qué decir de sus hijos políticos. Sumisos porque es extremadamente duro salir del sueldo y las prebendas a cargo del trabajo y los impuestos que tan costosa e irracionalmente nos obligan a pagar. Estado crisoelefantiásico. Terror fiscal. Pagar y callar ¿Con qué derecho nos atrevemos a pedir cuentas sobre como los políticos profesionales gastan nuestro dinero? Entre los muros y las autopistas del fango sanchista se gobierna sin parlamento ni presupuestos. Para terminar con la continuidad histórica de España. El tan cacareado interés general no es otra cosa que los muy familiarmente particulares intereses del amado líder de Ferraz, 70. El muñidor de muros tiene un padrino político. Zapatero príncipe de Delcy Rodríguez. Expresidente del gobierno y expedicionario por los Montes del Pardo. Después de todo debe añorar el Orinoco.
También te puede interesar
Lo último