Un relato woke de la extrema izquierda
Currículos
Con la marcha de esa joven diputada del PP que dicen que prometía mucho, tal vez se haya cortado el creciente pitorreo que algunos políticos de cualquier signo se traían con sus titulaciones académicas. Nada más producirse esa dimisión, muchos y muchas se apresuraron a revisar sus currículos. “¡Huy, si puse que tenía tres grados, en Derecho, Administración de Empresas y Filología Hispánica, y no tengo ni medio, qué equivocación más tonta!”. “A mí no me pillan. Puse que tengo estudios en Ingeniería Aeroespacial Estratosférica Conforme Se Sale a la Izquierda, y no mentí: jamás dije que había terminado la carrera; en realidad, ni la empecé, sólo estuve de oyente y la verdad es que no oí nada porque casi todo el tiempo lo pasé en la cafetería del centro a ver si ligaba, y ligué muy poco. Tenía que haber hecho un máster en Técnicas de Aproximación con Fines Libidinosos”. La dimisión de esa diputada ha servido para purgar los pecados de tanto jeta que inflaba sus currículos, digamos que esa mujer ha actuado de redentora. ¿Cómo? No, con una dimisión ya vamos que nos matamos, tampoco hay que exagerar y pedir que se vayan una docena, que esto no es Alemania ni Noruega. Lo que no se entiende es qué necesidad tienen nuestros padres de la patria, o de las patrias, que por cierto no sabemos con exactitud cuántas tenemos, una vez Miquel Iceta dijo que en España había ocho, que él las había contado, “nueve si sumamos Navarra”, aclaró, pero Bildu tiene dicho que a esta comunidad foral hay que meterla “en una República Vasca Confederal”, no sé cómo acabará la cosa; qué necesidad tienen nuestros políticos, decía, de mentir como bellacos y bellacas, perdón, de equivocarse, si para entrar en política no se exige titulación alguna, aunque saber leer y escribir, aparte de hacer la o con un canuto, ayuda bastante; hacerla sin canuto ya te garantiza llegar a asesor, si no de primera, al menos de tercera, y lo importante es entrar, ya habrá tiempo de ascender.
Lo que sí tendrían que hacer algunos cuando les dan un cargo es poner que se matriculan en un máster relacionado con su cometido. Por ejemplo, ese ministro que anda siempre iniciando broncas, bien podría empezar a cursar un máster en Auxilio y Salvamento de Viajeros Atrapados Durante Horas y Horas en Trenes Averiados. A una señora la tuvieron que sacar en ambulancia, pero algunos tenemos miedo de que nos puedan sacar en coche fúnebre, dado nuestro muy verdadero currículo clínico.
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