Medio siglo
Equipo Alfredo
Público y privado: el cuarto oxímoron
Hemos estado muchos años –más de treinta- intentando ser los primeros en Producto Interior Bruto (PIB) per cápita entre todas las Comunidades Autónomas españolas. Los primeros por la cola. Y por fin lo conseguimos en 2021. Después de un largo “noviciado” siendo los penúltimos, por fin adelantamos a Extremadura, eterno segundón en esa competición, aprovechando el desbarajuste de la Covid. Esto tiene la ventaja de que, según las leyes de la física, detrás del último no va nadie (bueno, Ceuta y Melilla tienen un PIB per cápita inferior, pero son ciudades, no comunidades). Lo más relevante es que hemos conseguido consolidar ese puesto privilegiado: ha salido los datos de 2024 y seguimos ostentando el farolillo rojo. Siempre es bueno ser el primero en algo, en vez de estar instalado en la mediocridad.
Llevamos cuatro años de colistas y no se habla de eso, cuando es algo que afecta al bienestar general de todos los ciudadanos (de unos más que de otros, pero de todos). Nos afecta mucho más que los graves asuntos que ocupan todo el santo día tertulias televisivas y radiofónicas, prensa de papel y digital, corrillos en el atrio de las iglesias, barras de bar y, sobre todo, las redes sociales. Se ve que lo que de verdad nos afecta a la salud, la vivienda, la alimentación, el medio ambiente, los precios de las cosas…son los avatares del novio de Ayuso, la cónyuge de Sánchez, las relaciones de Feijóo con Abascal, las del Psoe con las múltiples miniizquierdas…
Cabe concluir que los que llevan la comunicación y el márquetin de partidos y gobiernos de todo tipo son unos fenómenos. Cogen las cifras y los conceptos, los meten en la coctelera, la agitan y sirven las notas de prensa y los vídeos convenientemente aliñados, con una espiralilla de lima y una sombrilla de bambú con papelillos de colores. En el caso de Andalucía, han conseguido colarnos que vamos como una moto, que nunca hemos estado mejor. Es cierto que el PIB andaluz ha crecido más que el de algunas comunidades autónomas, pero es que somos más de ocho millones y medio de criaturas, y al dividir el PIB total por el número de habitantes, para sacar el PIB per cápita, sale lo que sale: que somos los más pobres. Que estamos en la cola de España. También es verdad que el PIB per cápita de 2024 es mayor que el de 2023, pero es que los demás también han crecido y muchos de ellos más que nosotros. Lo dicho, seguimos en la cola.
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