Por quién doblan las campanas

El verso ‘Por quién doblan las campanas’ pertenece al poema ‘Duelo por la muerte’ de Jhon Donne (1572-1631, Londres) Fue el más notable poeta metafísico inglés. Cuidaba el uso del lenguaje para abordar y hacer comprensibles conceptos abstractos de la espiritualidad, la vida y la muerte. El verso de Donne, el poema completo, significa que ninguna persona es una isla. La vida y la muerte son experiencias que compartimos todos. Nos unen nuestra naturaleza y condición humana. Cada persona es una muestra única de la especie humana. Por eso son tan importantes la libertad, el conocimiento, el pensamiento y la creatividad. Y la justicia. Andrónico de Rodas (siglo I a.C.) fue el primer compilador de la obra de Aristóteles (siglo IV a.C.) El término metafísica se le atribuye a Andrónico. Metafísica procede del griego meta ta physiká que significa más allá de la física. De ella proceden la teología, el estudio de Dios, y la ontología, el estudio del ser. Nicolás Salmerón y Alonso fue catedrático de Metafísica en la Universidad Central de Madrid. Al frente de la misma cátedra estaría posteriormente José Ortega y Gasset. En 1940 el novelista Ernest Hemingway publicó la novela que toma prestado el verso de J. Donne para el título. ‘Por quién doblan las campanas’ transcurre durante la Guerra Civil Española, donde Hemingway había sido corresponsal de guerra. La poesía también nos ayuda a comprender mejor la historia. Hechos que nos parecen lejanos, resulta que terminan por ayudarnos a hilar procesos que se reflejan en nuestra realidad cotidiana. Nunca me cansaré de repetir que para comprender lo que sucede en España, nuestra actual decadencia cainita, hay que conocer lo que sucede en Iberoamérica. Al mismo tiempo, comprenderemos la situación mundial. El 23 de marzo de 1994 las campanas de Lomas Taurinas localidad de Tijuana, Baja California, México, doblaron trágicamente por Luis Donaldo Colosio Murrieta. Era el candidato del PRI a la presidencia de México, que aún desde el PRI, trataba de buscar una esperanzadora y efectiva vía de regeneración y lucha contra la corrupción y el narcotráfico. Más allá del peso del PRI, Colosio era un líder con valor para acometer la homérica tarea. Diecisiete días antes, en el Monumento a la Revolución, el 6 de marzo de 1994 Colosio dio su histórico discurso. “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia”.