Los doscientos de María

La historia nos ha contado, incluso a través de grandes películas (y algunas copias con cierto cachondeo que hoy no se permitirían), la epopeya de los trescientos espartanos en la batalla de las Termópilas. Aquellos hombres que se enfrentaron a miles de combatientes persas y que perdieron la batalla según el cine por una traición. Siempre los traidores. En política también los hay no vayan a creer lo contrario. Solo tienen que seguir las andanzas de Aldama, Koldo y cía para comprobarlo. Pero no es a esos trescientos y a su derrota a lo que queremos acercarnos hoy. Nos interesan más los doscientos de María, nuestra alcaldesa. ¿Va a alguna batalla nuestra alcaldesa? No es que vaya la señora, es que está inmersa en una y dura, en la del Paseo. ¿Se preguntarán ustedes que tiene que ver la alcaldesa con los doscientos? Les cuento. Comprenderán que no se trata de que la alcaldesa vaya a la batalla del Paseo contra los díscolos comerciantes con doscientos políticos, compañeros suyos, que la defiendan con espadas y escudos. No. Solo con los doscientos y flechas tendría perdida la batalla. Doña María del Mar se acerca a la batalla con doscientos mil del ala. Así se ganan las victorias. Con doscientos mil euros, y si los mismos llevan la garantía del banco europeo, rendición absoluta del rival. No sé si lo saben ustedes, pero los doscientos mil euros los pagan los ciudadanos, no vayan a pensar que salen de las cuentas particulares de los que han previsto, organizado y adjudicado las obras del Paseo. Ellos nunca tienen culpa de nada. Pagar ellos ni mijita. Los doscientos mil salen de sus impuestos, de sus tasas, de sus precios públicos y de todo lo que nos cobra el ayuntamiento. No les extrañe que un día de estos nos avise de que, al igual que en Pulpí, gobernado también por el Pp, doña Almería ha decidido que hay pagar por las bodas que realice el equipo de ediles y funcionarios. El final es sacar más dinero, cada día necesitan más, lo mismo que hizo Montoro, con esa cara de búho, aunque en este caso los euros se los llevaba la empresa montada por los amigos, del hoy investigado por presunto chorizo. Qué más les da a ellos, los ediles, que aumente el precio de las obras del Paseo si el dinero sale siempre del bolsillo de los silentes vecinos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que se gasten el dinero que no es suyo a manos llenas? Somos santos y perdemos todas las batallas. Este fin de semana ha sido noticia la subida del agua, las pequeñas obras de la P. Vieja y los millones que le sobraron en el 24.