España en la encrucijada

13 de noviembre 2025 - 03:10

Nos encaminamos al final de este enrevesado año 2025. Nuestro mundo atraviesa una etapa oscura. Además, en casa, en España estamos en una encrucijada tormentosa. Es más, el mundo hispano, la Hispanidad, sufre un asedio feroz. El socialismo del siglo XXI, el comunismo castrochavista progresista, no solo tiraniza Cuba, Venezuela y Nicaragua. Maniobra, o trata de hacerlo, en Honduras, Chile, Ecuador, Perú, Bolivia y España. También en Brasil. Lo que está sucediendo en México es devastador. Hay que estar muy atentos a lo que pasa en toda Iberoamérica. Rusia, China, India e Irán. Sus injerencias y patrocinios confluyen en los mismos lugares. Por eso sus patrocinados son adeptos a la leyenda negra contra España. Por ejemplo, el partido morado del exvicepresidente del gobierno y tertuliano doctrinario en TVE. También del señor Billetero, inquilino del Palacio de Miraflores en Caracas, y bailarín acompañante de Nicolas Maduro. Volvamos al dilema que nos ocupa. Una encrucijada es un lugar donde se cruzan varios caminos. También puede ser una situación difícil y peligrosa. Por lo tanto complicada. Entonces nos angustian las dudas y el miedo a tomar las decisiones incorrectas. La incertidumbre por las consecuencias que pueden acarrearnos. El temor a la violencia, la miseria y la injusticia. A pensarnos y sentirnos indefensos. El espanto aumenta cuando estamos expuestos a la arbitrariedad de personas carentes de freno ético y compromiso moral. El pavor se desata cuando se organizan armándose con los recursos del poder, las organizaciones políticas y las instituciones del Estado. Hay que aprender a canalizar el miedo porque nos ayuda a afrontarlo. Evitar que nos paralice y nos arroje al abismo del conformismo. La barbarie y sus ejecutores se combaten. El apaciguamiento es chantaje y corrupción. Todos los tiranos o aspirantes a tiranos tratan de robar las vidas y haciendas ajenas. Por eso la libertad, el libre albedrío, es el trabajo perenne para la Humanidad. Aprender y conocernos a nosotros mismos nos proporciona los mimbres para enfrentar el mal. En la entrada del Real Centro Universitario Escorial Maria Cristina, está grabado su lema fruto del pensamiento de San Agustín de Hipona (354-430 d.C.) “Vox Veritatis Non Tacet. La voz de la verdad no calla”. Nos inspira para no permanecer en silencio ante las injusticias. Aunque nos hagamos los sordos.

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