Medio siglo
Equipo Alfredo
Público y privado: el cuarto oxímoron
En la típica tormenta de ideas que cada viernes montamos para decidir el tema de la columna, las discrepancias han sido mayores de lo habitual (que ya es decir), quizá por el influjo de la levantá. Uno de los temas, muy serio, es el intento de Trump de echar al presidente de la Reserva Federal. Parece ser que la ley no se lo permite, pero eso al baranda americano se la suda. Ya estará buscándole las vueltas al tal Jerome Powell, y seguramente lo conseguirá.
Pero no conseguimos centrarnos en ese rifirrafe cuando vemos las portadas de los periódicos y los reportajes de las televisiones con imágenes de niños muertos de hambre. Imágenes que creíamos que solo se daban en aquellas guerras africanas del siglo pasado. Pero que las provoquen dos países riquísimos y democráticos, como USA e Israel, nos exacerba el dolor. Seguir hasta el final de la columna con este tema nos parece inútil, cuando la ONU, millones de personas y mayoría de países lo están criticando, sin que les hagan puto caso.
Otro sector se inclinaba por un tema mucho menos doloroso, vamos, intrascendente comparado con el genocidio. Aunque los aficionados al fútbol local están muy deprimidos ante el desguace de la plantilla de la UD Almería. No se consiguió el ascenso con Luis Suárez y Pubill, y ahora lo van a intentar con jugadores “expertos en segunda”. Ya sabemos que el negocio es lo primero, pero el que ha hecho el negocio ha sido el Atlético de Madrid al llevarse a uno de los mejores defensas derechos de este país, y con veintidós años, por quince millones, que es lo que cobra allí el jefe de utilleros.
El calor, insistimos, no nos permite ampliar el tema, ni falta que nos importa. Así que contemplamos una tercera opción: glosar la flamenquísima “Velá” de Triana, que toca ahora, como dice la seguiriya de Manuel Torre: “Eran dos días señalaitos de Santiago y Santa Ana…”. En realidad, lo que nos gustaría es estar allí en lugar de comentarlo.
Pero parece que el calor es aun mayor cabe el Guadalquivir, que encima proporciona más humedad que nuestro Mediterráneo. Burla burlando, como decía el famoso soneto de Lope, van los tres delante. Y con los tres temas sin desarrollar, hemos conseguido llegar al final de la columna, con el corazón en un puño cada vez que nos acordamos de los asesinatos de Gaza.
Y de la poca esperanza de arreglo ante tanto hideputa, como decían los clásicos.
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