Un relato woke de la extrema izquierda
Frenar la corrupción
Dicen que es imposible frenar la corrupción en un país tan quijotesco como el nuestro, en el Estado, en una autonomía, en ayuntamiento e incluso en una empresa. No estoy de acuerdo y creo que, a grandes males, grandes remedios. ¿Qué se puede hacer para desterrar esa fraudulenta práctica? Seguro que hay muchas maneras, pero creo que pocas tan eficaces como que el castigo sea desproporcionado. Si devolviendo el dinero y pasando unos meses en la cárcel se acaba todo, seguirá habiendo corrupción. Hay quien pensará que el riesgo vale la pena. Pero si el castigo es desproporcionadamente alto, creo que menos gente se arriesgará. Ahí es donde creo que el castigo debería ser ejemplar y disuasorio.
Si se hace, los políticos actuales demostrarán que se puede frenar, cosa que agradeceremos todos los ciudadanos y, posiblemente, nos permitirá volver a confiar en la política. En la derecha y en la izquierda, muy pocos se libran.
También te puede interesar
En tránsito
Eduardo Jordá
¿Tú también, Bruto?
Ciavieja
Las pensiones vuelven a subir
La ciudad y los días
Carlos Colón
Lo único importante es usted