El futuro según la madre Shipton

"Los hombres amarillos ganarán el gran poder del oso poderoso, a quien ellos ayudarán. Estos tiranos no tendrán éxito en dividir el mundo en dos, más de estos actos nacerá un gran peligro. Y una fiebre intermitente dejará muchos muertos". Esta es una de las profecías de la Madre Shipton, sobre la cual me referí en un artículo anterior al hablar de la novela "Ulises".

Ursula Southeil (1488-1561) o Madre Shipton, que es como se la conoce por el apellido de su marido, nació en Yorkshire, Inglaterra. Fue famosa en su tiempo por las profecías que hacía públicas. Estas fueron rescatadas en el libro "La vida y muerte de la Madre Shipton", en el siglo XVII, siendo a los largo de los siglos varias veces reproducidas en diferentes compilaciones, e incluso se le atribuyeron falsas predicciones no realizadas por ella. Hay autores que ponen en duda muchas circunstancias relatadas sobre su vida y visiones.

En la profecía expuesta al principio vemos como predice que la Humanidad sufrirá unas fiebres intermitentes, y que a la vez Rusia y China pretenderán hacerse con el dominio mundial. Sorprende en estos días tal coincidencia, por la pandemia que padecemos y el actual conflicto de Ucrania y la alianza de Rusia con China.

Incluso se anticipó en describir los nuevos tiempos sociales: "En esos asombrosos y lejanos días, las mujeres adoptarán el deseo de vestir como hombres, y usarán pantalones y cortarán sus melenas y cabellos." También: "El amor cesará y ya no se casarán y los pueblos disminuirán al disminuir los nacimientos". Estas profecías tuvieron una amplia divulgación, más allá de Inglaterra, e incluso penetró en otros países de Europa. Muchas de ellas nuestras abuelas las sabían.

Igualmente anunció la existencia de submarinos, aviones, cine, televisión e internet. En sus visiones pudo observar que vendría una terrible guerra final, tras todos estos hechos, la cual se originaría en Oriente Medio, acompañada de grandes erupciones volcánicas, terremotos y subida del nivel del mar. Mas, después de estas catástrofes, veía un nuevo resurgir de la Humanidad, en un periodo de paz.

Lo interesante de esta visionaria, pese a no ser una mujer instruida, era su anticipación en comunicar la existencia de los inventos antes señalados, la predicción de la liberación femenina, el descenso de la natalidad, las nuevas relaciones de pareja y la existencia de conflictos en Oriente Próximo, y sobre todo la escalofriante coincidencia con los momentos actuales. Pero, a diferencia de otros, las calamidades pasarán, y según ella sucederá una nueva edad dorada.