El jersey verde de Zelenski

De cómico, a presidente del Gobierno. Y de aquí, a comandante en jefe, del ejército ucraniano. Zelenski, con un móvil, está ganando la batalla de la comunicación, con mensajes en los que la semántica y la sintaxis forman escudos de la libertad. Es el concepto que diferencia a un demócrata de un tirano; a un hombre libre, de un sátrapa. Volodímir Zelenski bien hubiera podido ser un personaje de Tolstói, antes que de Dostoievski. Su jersey verde, en el que hubiese bordado sus besos Ana Karenina, es semiótica y metáfora umbraliana; pero también, un pósdcat para comunicar a un pueblo lo que está en juego: ser libre o vivir con la bota del Kremlin, encima. Los comandos de Putin quieren asesinarlo. Se ha convertido en el objetivo número uno del liberticida. Ocurra lo que ocurra, Volodímir Zelenski, al permanecer junto a los suyos, en lugar de huir, ha escrito, con la misma prosa que Tolstói, la verdad de un valiente. La miseria humana de Putin, que huele a sangre, como el horrendo Drácula, será página negra de la historia. Mientras que el jersey verde de Zelenski, recordará el lienzo de Eugene Delacroix, La libertad guiando al pueblo. Twitter y Telegram definen su narrativa y su metapoética.