La esquina
José Aguilar
Por qué Sánchez demora su caída
Con respecto al proyecto de financiación singular de Cataluña (si no diera tiempo a aprobarlo de aquí a 2027, que la legislatura se alargue), mi agradecimiento al partido de Puchi por tratarnos a los españoles (por poco se me escapa escribir al resto de los españoles) como adultos y respetar nuestra inteligencia; por no tomarnos por gilipollas integrales, a diferencia de lo que hacen muchos de esos denominados progresistas, ya sean políticos, tertulianos o abajofirmantes de alucinantes manifiestos. Se lo escuché a Antoni Castellà, uno de los vicepresidentes de Junts, en un telediario (alguien en off, que espero no fuera un infiltrado de la fachosfera, lo tradujo del catalán al español): “Si tienes un modelo singular, no es aplicable a todos. No puede ser que nadie pierda”. Imposible explicarlo mejor y con tan pocas palabras. Claro que sí, don Antoni, singulares son ustedes y los vascos, cada uno en su nación, con sus derechos históricos y todo eso. Y claro que han de perder algunos, sobre todo los de comunidades autónomas con rentas menores, que somos plurales, del montón y no tenemos derechos históricos que valgan.
Estaremos a expensas de lo que ustedes nos quieran devolver en concepto de cupo por los servicios que les prestará el Estado central; nada, una minucia, no se preocupe, don Antoni, que eso ni hará falta que lo cuantifiquen, ¿alguien sabe a cuánto asciende el cupo vasco, en el caso de que ascienda? Creo que ustedes nos darán también una ‘cuota de solidaridad’, algo así como una propina, lo que crean conveniente, oiga, unos años será más y otros, menos, lo entenderemos. Ya sabe, además, señor Castellà, que los plurales, cuanto más pobres somos, más generosos y rumbosos, y si no les llega para pagar las pensiones, como les ocurre ya a los vascos (según dicen varios economistas que entienden de esto), siempre tendrán parte de nuestros impuestos para cuadrar las cuentas: lo suyo es suyo y lo nuestro es de todos, a mandar. No estoy de coña. Cuando los que se llaman progresistas nos tratan como si fuéramos imbéciles profundos asegurándonos que con la singularidad catalana todos vamos a ganar (a ver si los de ese manifiesto firman otro, agradeciendo al Gobierno este favor que nos hace), es muy gratificante que alguien de los implicados (aunque es de cajón y muchos expertos ya lo habían advertido) nos cuente la verdad: no puede ser que nadie pierda. ¡Moltes gràcies, don Antoni!
También te puede interesar