LA historia se remonta al 19 de mayo de 1996 y aconteció sobre el lucido césped de un estadio tan prestigioso como el Bernabéu. Los equipos en liza eran el Real Madrid B y el Almería CF. Y la jornada era la trigesimoctava, última del calendario. El filial merengue no se jugaba nada. Los rojiblancos se jugaban la vida y necesitaban un punto para no caer al pozo de Segunda B. Otro filial, el Bilbao Athletic, hacía lo propio en Lleida. Los cachorrillos estaban obligados a ganar y que el CF cayera en el feudo madridista para hacer valer su mejor golaverage sobre los almeriense en caso de empate a 43 puntos. El segundo equipo de los bilbaínos cayó 1-0 y el Almería empató 1-1. Curiosamente, un exleón, ahora utillero en Lezama, Javi Luke, marcó el 0-1 en el minuto 23. Tinaia firmó la igualada en el 79. El abrazo en la clasificación no se dio y el filial del Athletic descendió a Segunda B, categoría de la que no ha salido desde entonces. La desgracia vizcaína fue doble ya que el Sestao River también descendió después de su empate sin goles en Las Llanas contra el Alavés, que necesitaba ganar para ascender a Primera. El partido en cuestión ha pasado a la historia del fútbol almeriense como uno de los más turbios de su centenaria existencia. Los entrenadores de aquellos dos equipos fueron Sergio Egea, ayudante de Hugo en la UD Almería, y... Esteban Vigo. "Boquerón" había sustituido a Cayuela y dirigió a los rojiblancos los tres últimos partidos de aquella temporada, primera como técnico. "El partido se vio envuelto en acusaciones de un presunto tongo que nunca fue demostrado", narra Ángel Acién en su libro Relatos rojiblancos, pero que el ínclito periodista José María García llegó a desvelarlo con pelos y señales .