Medidas para atajar la corrupción

Como dijo el torero Rafael Gómez Ortega, conocido como “El Gallo”, al conocer que José Ortega y Gasset era filósofo, “Hay gente pa´tó”. Y de la misma manera que hay toreros y filósofos, también pueden haber chorizos. Y un chorizo puede aparecer donde menos te lo esperes. La política es una actividad donde hay poder, y el poder es un campo muy atractivo para los chorizos. Para los que la ejercen, y para los que, desde fuera, pagan para obtener favores. Corruptos y corruptores, como se suele decir. Ahora, cuando el PSOE estaba sufriendo el acoso de la oposición por los casos de corrupción que todos conocemos, salta la liebre en el PP y se produce un enfrentamiento entre ambos partidos, para debatir qué corrupción tiene más peso en la balanza. Una contienda inútil que para ambos partidos pueden traer malas consecuencias. En vista de cómo está el panorama, no creo que se avengan a razones, pero en lugar de entablar un enfrentamiento para demostrar quién es el partido más corrupto, deberían de reconocer sus errores y ponerse de acuerdo para establecer medidas que obstaculicen que se produzcan casos de corrupción en el futuro. Con motivo de los casos de corrupción que aparecieron en el PSOE, se ha iniciado un encuentro de dicho partido con otros grupos que apoyaron al Gobierno, para hacer las modificaciones que sean necesarias, con el fin de controlar el ejercicio de la función pública y evitar, en lo posible, que vuelvan a producirse desafueros. Hasta la fecha, el PP permanece al margen de esa iniciativa y, según se percibe en el ambiente, no parece estar dispuesto a apoyar las iniciativas que se lleven a cabo para ponerle trabas a la corrupción. Desde que Pedro Sánchez formó el gobierno de coalición, el no a todo ha sido la política que el PP ha llevado a cabo. Hoy haría bien el PP en subirse al carro para atajar la corrupción, tratándose de una cuestión de estado que traspasa las fronteras de las diferencias políticas. Enfrentándose los dos partidos de gobierno, sacando a relucir lo que cada uno lleva en la mochila, lo único que consiguen es echar leña al fuego para que el desprestigio de la política vaya ocupando terreno, en beneficio de una ultraderecha que está avanzando a pasos agigantados en Europa.