OPINIÓN | Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Las cosas del querer
Un Centro educativo o Sistema Educativo en general, como cualquier otro tipo de sistema de trabajo, si quiere mejorar los resultados, debe realizar un cambio de dirección en sus objetivos, así como un esfuerzo extra para su consecución y un reajuste de su organización interna.
Las finalidades que tiene establecidas están dirigidas hacia el éxito total, a una mejoría de sus resultados escolares. Sucede a veces, que por desidia, falta de estímulo, autocomplacencia, insuficiente apoyo externo, o defectuosa organización interna, lo cual incluye un liderazgo sin capacidad para pensar el futuro, o aunar voluntades, no cumple con las funciones atribuidas. Puede ocurrir también, que esté desarrollando su labor académica ajeno al entorno social, hacia el que quiere atender con su trabajo, o que sea desconocedor de las apetencias, y nuevas realidades sociales que la actualidad propone, así como de la respuesta a las demandas económicas y sociales que el futuro solicita.
Es por lo que, si se dan las circunstancias anteriores, el Centro educativo ha de cambiar su funcionamiento, debido a que no responde en el cumplimiento de las funciones para las cuales fue creado. Sea por agotamiento de la organización establecida, o que ésta sea defectuosa, como también, si ha cambiado el entorno social, debe reconfigurar sus objetivos. ¿Cómo cambiar la situación de un Centro educativo y apostar por el cambio hacia su mejora?
Para provocar el cambio de rumbo se ha de realizar un esfuerzo extra inicial, del cual se espera permita obtener los nuevos resultados apetecidos.
El esfuerzo ha de proceder tanto del sujeto organizativo, es decir el Centro educativo, como de las Instituciones del cual depende. Sin esfuerzo no hay cambio, y el sistema permanece en su estado latente. Toda transformación necesita una inversión externa. Sin esta inversión no es posible originar un cambio que proporcione un nuevo horizonte, o unos resultados mejores. Si no existe un interés interno por el cambio, y esfuerzo para conseguirlo, ni un aporte exterior de medios que ayude a tal empresa, no se podrá pasar de la mera intención de mejora. Es decir, es necesario que exista un compromiso para conseguirlo. No se conseguirá, si todo permanece igual, obteniendo iguales resultados, pensando que más no se puede hacer.
Si no se mejora la organización interna y motivación, se producirá un desgaste en el funcionamiento interno del Centro, se irá produciendo un deterioro en los resultados finales alcanzados, convirtiéndose el Centro educativo en un organismo caduco, ajeno a la realidad y desfasado.
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