Establecer los conceptos previamente a un debate es algo imprescindible. Traigo esta cuestión a colación de una anécdota que tiene que ver con un asunto trivial que puede dejar sin sentido todo lo que se pueda establecer al respecto de los acuerdos alcanzados en una conversación en la que las personas intervinientes no se hayan preocupado en ponerse de acuerdo sobre el uso de las palabras que van a formar parte de esa conversación. A mí me ha pasado al respecto de la palabra "paso", referida al concepto de desplazamiento a pie que podemos realizar cualquier ser humano. Una consulta en las redes, que es lo que se lleva ahora que ya hemos ido más allá de los dos canales de televisión y la enciclopedia Espasa en el salón de casa, nos convence de que un paso viene a ser unos 75 a 78 centímetros en el caso del varón y unos 67 a 69 en el de la mujer, dejando sin estudio los casos de identidad de género sexual no binario. Sin embargo, pocos serán quienes se planteen un acceso directo al término a través del DRAE, donde deja muy claro, en su primera acepción que se trata del "movimiento sucesivo de ambos pies al andar"; es decir, que no es mover un pie lo que caracteriza al paso, sino los dos, uno detrás del otro, porque ahí, "de ambos pies" nunca puede significar que andes como los canguros. ¿Por qué despreciamos el diccionario? No digo ya el etimológico, donde aprenderíamos a deducir que los 1.481m de la milla romana son eso: el resultado de dar mil pasos; pero mil pasos de "los de verdad", lo cual nos da un "extra bonus" de cómo el pie humano "ha crecido" unos centímetros en los dos últimos milenios, pues los casi mil quinientos metros de la milla romana son ahora 1.609,34m en la milla terrestre del sistema de medidas anglosajón: el resultado de considerar… ¡algo más del doble aproximado de los 78cm del supuesto paso actualizado! Para convencerte del despiste de los contadores de pasos del s.XXI, piensa en una pedalada de bicicleta, que se da cuando después del giro de los pedales cada pie está otra vez en su lugar original: lo análogo a los "dos pasos", uno detrás de otro. Y no hemos dicho nada de la milla náutica, que es el resultado de medir la longitud de un minuto sobre el arco de un meridiano terrestre (del Ecuador a cada Polo hay una separación de 90º según meridianos). Por eso, si te apuntas a la teoría de los diez mil pasos diarios, ¡no olvides dividir por dos!

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