Una montaña rusa llamada adolescencia

La adolescencia es un periodo de tiempo que varía dependiendo del joven, pero asumimos todos su complejidad. Aunque cada adolescente lo vive de manera distinta, todos coinciden en la dificultad que genera tanto cambio en sus vidas. Físicamente, evolucionan mucho, en muy poco tiempo, lo que hace que les sea difícil, al principio, reconocerse en el espejo. A todo esto, hay que añadirle, la vorágine de hormonas que los invaden. Por eso, hay momentos en los que son todo felicidad, y cinco minutos después, su vida es un drama.

Este cambio personal, les hace ser distintos. Los niños y niñas que eran, dejan paso a jóvenes, con dudas. Al principio, son tantas, que no consiguen relacionarse con seguridad, ni entre ellos, ni con los adultos. En ese momento, su refuerzo, son sus amigos. Esos que están como ellos, en un puro caos, sin entender nada, ni a nadie, ni siquiera a ellos mismos. Un día son muy amigos de alguien y al rato no se aguantan, aunque es muy probable, que al día siguiente vuelva la paz. Y es aquí, donde los adultos nos inquietamos más. Los padres y madres sufren, por verlos tan inseguros, y los profesores, intentamos entenderlos.

¿Qué podemos hacer? Poner límites, siempre es adecuado. Y tener toneladas de paciencia, es imprescindible, para ser capaces de entenderlos desde el cariño. Puede que, en nuestro momento, experimentáramos cambios, sensaciones y actitudes muy similares, si no iguales, pero existe una gran diferencia entre otras épocas y la actual. La existencia de una nueva incógnita en la ecuación. La existencia del móvil, ha hecho que sea aún más difícil. ¿Cuántas tonterías, no habríamos hecho nosotros, en las mismas circunstancias? Pedimos a los jóvenes comportamientos cabales, sosegados y medidos en un móvil, cuando su realidad, no se ajusta a estos parámetros. Por eso, es necesario, en este aspecto, aún más control. Aunque parezcan pequeños, en algunas ocasiones, internet, les permite el acceso a lugares magníficos y otros escandalosos. ¿Hemos sido capaces de hacerles entender cuáles son los adecuados, los desaconsejados y los absolutamente reprobables? Todos hemos tenido que tomar decisiones a lo largo de nuestra vida, pero en este caso, las opciones son casi infinitas. Por eso, es importante que conozcan la realidad de los beneficios y los problemas que van asociados a esta tecnología, que tienen a su alcance.

Las redes sociales, no son adecuadas para edades tempranas y el problema es que, en cierta parte de la sociedad, se ha normalizado su utilización. ¿Cuál es el principal problema? Que nuestros adolescentes, aún no han madurado lo suficiente para tener a su alcance, esta conexión tan instantánea y con tantas personas.