La política real

El votante medio no sabe votar, ni tiene ni voto documentado ni siente interés por lo que hay detrás de las campañas políticas

El votante medio no sabe votar, y me van a perdonar queridos lectores. Con esto no estoy diciendo que sea culpa suya o que carezca de capacidad suficiente, en absoluto. Lo que pretendo decir es que su voto no es un voto documentado y no se ajusta a la idea de una decisión exigente, sino más bien emocional. Para empezar nadie enseña al votante en su periodo escolar cuales son los argumentos que en su vida adulta deberá elegir en las urnas. Por eso cuando llega el momento solo tiene los estímulos de las campañas de marketing de los partidos, pero no tiene claro que significa lo que está votando. Bajo ese planteamiento su voto es un voto muy condicionado y poco realista. Admitamos la verdad. Lo peor de todo es que esto lo saben quienes tras el voto nos gobiernan. Después está lo que los votantes no saben que están votando. En las urnas no se votan ideologías puesto que el votante, aunque no lo crea, ni ha indagado en la historia ni se ha leído los programas como para saber el significado de una ideología más allá del eslogan. Tampoco lo enseñan lo suficiente en el periodo escolar. Lo que se vota, salvo pequeñas excepciones, en realidad es al tradicionalismo o al oportunismo: a los de siempre o a los nuevos. La decisión es por la renovación y no por las ideologías. Después está la geopolítica. Cada partido sigue una línea de acción que no se escapa de los modelos geopolíticos y que suponen estar a un lado del capitalismo global o en el otro. La cuestión de fondo es que todas las democracias que conocemos siguen instrucciones económicas de ese sistema que podemos tachar de oligarquía económica. Lo que significa que no es un sistema democrático. Así pues cualquier democracia, como la nuestra, no lo es tanto si en el fondo está enlazada a una forma de oligarquía. Por lo mismo el concepto de ciudadanía tampoco lo es tanto, sino el de súbdito económico. Después esta la ley electoral que no respeta la decisión de la mayoría puesto que permite pactar. Y también está que algunos votos valen más que otros en el escrutinio sin que nadie pueda cambiarlo. Dicho todo esto, esa es la política real y lo que el votante debería saber ese gran dia de las elecciones. Por todo ello, yo invito a que el votante profundice más en los programas y en la historia. Eso es lo que nadie espera que haga. Por favor sorprendednos a todos. Tened un voto documentado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios