Si Franco levantara la cabeza

Franco era un militar cuya carrera se forjó en Marruecos al que tenía un cariño especial. Hasta su muerte mantuvo una guardia personal formada por soldados marroquíes: la famosa Guardia Mora que tan vistosa quedaba en los desfiles. Y en el NO-DO (el que no recuerde el noticiario único durante cuarenta años ahora lo va a poder ver en TVE). Desde África lanzó el golpe de estado llamado “Cruzada” por la iglesia católica. Las tropas africanas, que fueron siempre en primera línea, incluían un buen número de soldados indígenas. Que, por cierto, fueron los más violentos y sanguinarios de toda la guerra, incluidos ambos bandos. Por otra parte, parece que les tenía “cierta” manía a los judíos, en la línea de sus colegas Hitler y Mussolini. Una de sus expresiones favoritas, en sus discursos y mensajes al país, era “la conspiración judeo-masónica” a la que atribuía todos los males. Eran los principales enemigos de la patria y de la civilización occidental en general. Con el tiempo, a judíos y masones añadió los marxistas. Y ya hablaba de la conspiración judeo-masónica-marxista.

Pues ahora resulta que los reivindicadores del franquismo son unos acérrimos defensores de Israel. Cualquier crítica de cualquiera a los asesinatos generalizados la consideran antisemita. Decimos asesinatos generalizados porque no sabemos cuándo estos defensores de Netanyahu consideran que se puede hablar de genocidio o de exterminio: ¿Cuántos miles de niños tienen que palmar de hambre o bombas para merecer esos calificativos? ¿Se pueden sumar las mujeres, viejos, civiles, enfermos hospitalizados para completar la cifra mínima? Éstos que se basan en la religión católica para demonizar al contrario ¿cómo pueden comulgar y darse golpes de pecho después de ver un telediario? Los que reivindican el franquismo son inconsecuentes al defender al sionismo, que eran totalmente incompatibles.

¡Si Franco levantara la cabeza! Y los que dicen que con Franco se vivía mejor está claro que no lo sufrieron (salvo que fueran ricos por su casa o militantes del Régimen). No conocieron las hambres (si, hambres) de los años cuarenta y cincuenta; no conocieron la enseñanza controlada por los curas y la Falange; ni los periódicos sin noticias salvo las que enviaba el Gobernador Civil. Gobernador que era nombrado por Franco, y a su vez nombraba a los alcaldes. ¡Toma libertad y democracia! Nosotros sí lo vivimos treinta años; que no nos cuenten películas.