Tentetieso

16 de diciembre 2025 - 03:06

El triunfo electoral en Chile del candidato de derechas José Antonio Kast tiene una importancia triple. Primero por ser de derechas, segundo por ser en Chile y tercero por ser Kast. Vamos por partes.

El triunfo atestigua que el giro a la derecha es global. Y cuando digo “derecha” ya me entienden. No es centro centrado y gana a pesar de tantísimos medios y prejuicios en contra. ¿Por qué? Ahora he entendido aquella frase de Trump, burda como suya, cuando dijo que incluso si salía a la calle con una pistola y disparaba a un peatón, la gente seguiría votándole. No era literal, señalaba que el mensaje de sentido común, de recuperación de la realidad y de orden y sentido de la derecha, por más impedimentos y hasta errores que cometa, acaba imponiéndose por la pura ley de la gravedad. Yo hubiese preferido la metáfora del tentetieso. A pesar de los empujones, enseguida se levanta porque defiende lo que pesa. La base esférica del tentetieso de la política de derechas es el mundo tal cual es. Por eso, vuelve a erguirse.

Que haya pasado ahora en Chile tiene gran importancia porque el país sudamericano funciona un poco como ancla de la Iberosfera. Es sinónimo de emprendimiento y eficacia, o lo era, y va a volver a serlo. Tiene una historia complicada, por lo que el tentetieso o tentempié allí tiene más significación si cabe. La prueba es que Boric, el líder de la izquierda chilena, ha sido más sensato y cuidadoso (dentro de lo que cabe) que el resto de sus colegas.

Por último, José Antonio Kast es un líder con un gran compromiso personal con su catolicismo y con su historia. Esto también es importantísimo. Aunque desde los prejuicios contra la derecha, todos los líderes parecen lo mismo, hay matices. Están las diferencias, como no podría ser de otro modo en unas derechas nacionales, por denominación de origen. Cada cual es de su patria y de su madre. Y hay más cosas. El catolicismo firme de Kast aportará luces diferentes, por ejemplo, que las del liberalismo desmelenado de Milei.

Citábamos el otro día a Jorge Martínez, de Ilegales, cuando loaba el sonido de una banda compuesto por una guitarra a tope, un batería elegante, un bajo tormentoso… Lo importante era y es la sopa sónica. Kast añade unas sutilezas musicales a la gran gira de la derecha que haremos muy bien en atender.

stats