El medio y el ambiente

Más trampas que una película de chinos

Cuando, a principios de los 80's, se hablaba de inflación, se daba por cierto que estábamos inmersos en una espiral inflacionista motivada por subidas desmesuradas de deuda pública y privada, un dinero circulante que no se podía barajar, y todo ello motivado por un gasto excesivo y sin más herramientas que la devaluación de la peseta. Los intereses en los bancos habían sobrepasado, como dicen los técnicos, los dos dígitos. Recuerdo haber firmado por encima del 12%. Pero salimos adelante.

Ahora, no pueden arreglar las subidas de precios de ningún artículo, no paran de echarle las culpas a los supermercados, y quieren resucitar las cartillas de racionamiento. Son las cubanas las que quieren resucitar: vergüenza debería darles el solo hecho de nombrarlas. No quieren reconocer que son ellos parte importante del problema, ya que no paran de gastar lo que no tienen y engordan absurda e inútilmente la deuda pública y la inflación, pues a ellos: ¿les afecta? Ni lo más mínimo. ¡Ánimo, sigan Vds. sacando de donde no hay, que alguien lo pagará!

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