Turki vende El Almería

Yqué esperaban ustedes. Ya me lo anunció en un viaje a Montilla el amigo Miguel del Pino. Este caballero está en vender el equipo. No han pasado muchos meses cuando la realidad se ha impuesto, y un nuevo propietario tiene el Almería. ¿Qué busca el nuevo? Es de imaginar que lo mismo que el anterior, y que el anterior del anterior, y casi todos los que han pasado por la presidencia del club: Hacer negocios. Se sabe lo que supone ser el presidente de una entidad que mueve a miles de aficionados, el poder que llega a tener ante las autoridades, las facilidades que se le prestan desde las administraciones. No es el caso de Manolo, el de papelería, al que le ha costado dinero el fútbol almeriense, o a Onofre, el de la ferretería, que ha ido por el mismo camino. Ellos no contrataban a los jugadores a su nombre, para venderlos después. Ellos ponían una cantidad cada temporada, porque lo que de verdad querían es que en Almería hubiera fútbol. Con la llegada de Turki cambió el panorama, parecía que el equipo iba camino de jugar en las ligas europeas, al cabo de ¿cuántos? años se vende sin haber pisado los cielos europeos. Y llegados a este punto, no tiene uno más remedio que preguntar por los terrenos vendidos, doscientas y pico, largo pico de hectáreas, no parece que fuese al equipo del Almería, sino a una empresa particular del que era presidente de la entidad por once millones de euros. Es de imaginar que aquella venta tendría en cuenta que iba ligada a la vida y la historia del equipo, que no podía venir un señor y vender el equipo al cabo de unos años y quedarse con los terrenos para hacer en ellos lo que le diera la gana. Espero que sea así. Que los responsables políticos de la venta por once millones de unos terrenos que valen su peso en oro, hubieran previsto la situación que se ha producido, y que no hayan hecho el tonto, cosa que tampoco me extrañaría, pues ante los petrodólares de estos caballeros nos hemos puesto a su disposición, de rodillas y a la espera de la migaja que nos pudiera llegar del millonario de las mil y una noche, que venía con la faltriquera llena de dólares. Entre la Junta y el ayuntamiento le abrieron a Turki las puertas a esos terrenos, por aquello de ser el presidente del Almería, y deben ser ellos los que les cuenten a los ciudadanos almerienses en qué situación queda aquella venta, si todas las promesas hechas cuando se vendieron van a ser una realidad para la Almería futbolera.