La espiral de salarios e inflación

El escenario actual no puede convertir la negociación colectiva en una subasta ligada a la subida de los precios con la huelga como alternativa

Los sindicatos UGT y CCOO acaban de anunciar una propuesta salarial conjunta hasta 2024 que supone un incremento de un 13,8% en ese período. La intención es someterla a discusión con los empresarios en la llamada mesa de negociación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. La fórmula que ofrecen los representantes de los trabajadores incluye, con efecto retroactivo, el año 2022, para el que solicitan un incremento de un 5%, siete décimas menos del aumento final de los precios. La novedad de interés que presentan los sindicatos, en un guante recogido de la propia CEOE, es la opción de indexar parte de los aumentos salariales a los beneficios empresariales. Y proponen crear un nuevo sistema, dependiente del Ministerio de Hacienda, para acceder a la información oficial. Estamos ante un año clave para la negociación colectiva. Después de lo sucedido en febrero es más que evidente, pese a los augurios gubernamentales, que el IPC no se halla bajo control. Menos en productos básicos como los alimentos. Las ayudas directas a las familias más desfavorecidas deben continuar. Por otra parte, somos testigos de que las grandes firmas y entidades privadas han optado por asegurarse la paz social con importantes subidas salariales. La banca ha accedido a un 4,5% este año. El caso más llamativo ha sido el de Inditex con un incremento pactado de un 20% como media, con los dependientes como principales beneficiados. Sectores que recuperan fortaleza tras la pandemia, como el de las agencias de viajes, debaten aumentos de un 22% en tres años. Pero en una situación tan inestable como la actual la negociación no puede convertirse en una subasta ligada a los precios con la huelga como alternativa. Pese a su mejor comportamiento, el mercado laboral español es frágil. El pacto de rentas es más necesario que nunca y los principales actores deberían aislarse del contexto electoral y apostar por el futuro.

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