Nuevas orientaciones en la política de salud y topografías médicas

Con frecuencia en las historias locales se vienen eludiendo las formas de la existencia cotidiana, y, junto a ello, los contrastes en la sanidad, y la ruptura originada por la enfermedad como elemento de desorganización social. Para corregir esta situación es del mayor interés que la Topografía Médica y Estadística de la villa de Dalías, su aldea marítima de Balerma y Baño mineral de Guardias Viejas, con la análisis de sus aguas y enfermedades en que conviene su uso, publicada en 1859 por su médico titular Manuel Rodríguez Carreño, vea de nuevo la luz y se conozca por el gran público. En esta obra encontramos una intrahistoria, capaz de explicarnos y hacernos comprender la dura existencia a mediados del siglo XIX, en uno de sus campos sociales más significativos: la enfermedad en el espacio geográfico de Dalías. Mostrando, a su vez, las formas, con frecuencia problemáticas, del vivir diario de sus habitantes; y, junto a ello, los crudos contrastes que se daban entre la sanidad cotidiana, reflejada en las historias clínicas de algunos enfermos, y el desajuste originado por un brote epidémico, como la viruela o el cólera.

En los planteamientos de Rodríguez Carreño confluyen la problemática social y la sanitaria. Ya en la dedicatoria de su libro se percibe una clara intención educativa, de «ilustrar al pueblo» y de mejorar su estado sanitario, dándole a conocer las causas de las enfermedades y los medios para prevenirlas, empleando un «lenguaje sencillo» para llegar a todos, por medio de, lo que en la actualidad podríamos llamar, una obra de divulgación científica. Ante el autor aparecen graves cuestiones sociales, siendo consciente de la necesidad de introducir reformas, encaminadas a la solución de los problemas referentes a la enfermedad y a la salud en la Dalías de su época.

En la época de la Ilustración los poderes públicos muestran interés, por un lado, en delimitar los focos, las zonas de enfermedad, y establecer medidas de saneamiento y control de los brotes epidémicos; y, por otro, en el estudio de la relación entre las condiciones sanitarias de un lugar y su medio físico y social.

En 1776 Hautesierck propuso, a los médicos y cirujanos militares franceses, un plan de trabajo que comprendía el estudio del medio ambiente físico, la sociedad, el temperamento de los habitantes, el análisis de las epidemias y de las enfermedades reinantes y la descripción de los casos extraordinarios. En 1796 la Real Academia Médica de Madrid aprobó un «plan de ocupaciones», en el que los estudios de Geografía Médica tenían lugar preferente.

En los últimos años del siglo XVIII, y como consecuencia de los movimientos higienistas, las instituciones médicas reconocen la necesidad de las investigaciones sobre Geografía Médica; este interés se incrementará en el XIX, publicándose una serie de programas para la redacción de Topografías, con la pretensión de recoger amplia información sobre los peligros que acechan al «cuerpo social». La necesidad de redactar estudios de este tipo hace que las citadas instituciones, de algunas de las cuales forma parte Manuel Rodríguez Carreño, inviten a sus socios a escribir sobre el asunto, precisando a la vez las características de los trabajos que puedan realizarse en este campo, publicando los planes y guías adecuados.

A lo largo de la Topografía Médica y Estadística de la villa de Dalías, el autor se muestra preocupado por cuestiones relativas a la preservación de la salud, e incluso al bienestar del grupo humano. Estos hechos entran en los nuevos planteamientos de la Geografía Médica, centrados en el análisis del bienestar social en el territorio por medio de la descripción, explicación y valoración, aspectos muy presentes en la citada obra.

En la época de Rodríguez Carreño, se planteó la fijación de los espacios correspondientes a la Geografía y a la Topografía Médicas, como se pone de manifiesto en la delimitación propuesta por el médico militar Fernando Weyler y Laviña, en su Topografía Físico-Médica de las islas Baleares y en particular de la de Mallorca, Palma 1854. La Geografía Médica es la ciencia que estudia las relaciones existentes entre el medio físico y social y el estado de salud de la población, es decir trata del medio ecológico-social y su influencia en la salud de las personas, a nivel suprarregional o nacional; la Topografía Médica se ocupa de los mismos problemas, y utiliza idénticos métodos que la Geografía, aunque a diferente escala, pues investiga municipios, lugares, comarcas o regiones. Nuestro autor debía conocer la obra de Weyler, así como también José Doménech Sáez, que en la amplia introducción a su Memoria Médico Topográfica de la ciudad de Cuevas en la provincia de Almería, dice: «el estudio geográfico-médico, el que por medio de una atenta y constante observación, nos pone de manifiesto la gran influencia, ora salutífera, ora deletérea, que sobre nosotros efectúan las diversas circunstancias higrométricas, termométricas y geológicas de cada localidad».

Destacamos el valor de la Topografía Médica y Estadística de la villa de Dalías, en la que, si bien, de acuerdo con la corriente higienista, está presente la preocupación medio-ambiental física, el medio humanizado es tratado también ampliamente.

Gracias al patrocinio de los Laboratorios Pfizer y del Colegio Oficial de Médicos de Almería, la Topografía Médica y Estadística de la villa de Dalías de Manuel Rodríguez Carreño vio de nuevo la luz en el año 2007, en una segunda edición, con estudio preliminar de quien suscribe este artículo, de la Editorial Arráez de Mojácar.

Teniendo en cuenta la acogida dispensada a la obra, y que la difusión muy bien puede ir acompañada de la divulgación, se proyecta publicar una serie de artículos periodísticos sobre la misma. En este caso surge el patrocinio del Diario de Almería, con el que vengo colaborando ininterrumpidamente desde el año 2011.

He contado con numerosos apoyos y contribuciones, citar sus nombres puede llevar a involuntarios olvidos, todos saben que cuentan con mi gratitud y público reconocimiento.