Balerma no se rinde. Sus vecinos, aglutinados muchos de ellos en torno a la Plataforma por la Defensa de Balerma, no pararán hasta conseguir una solución estructural que evite que continúe el proceso de regresión de la costa, por culpa de la erosión del mar. Los temporales de hace unos meses ocasionaron daños en el paseo marítimo y vinieron a confirmar la alarmante regresión de varios tramos del litoral, especialmente en la zona de Las Cuevecillas, donde la playa literalmente ha desaparecido en los últimos años, así como en el tramo urbano de la localidad, donde las olas chocan con frecuencia contra el mismo muro del paseo, teniendo que reponer cada año la arena con la llegada del verano.
A la marcha acudieron representantes políticos como la diputada Rosalía Espinosa, la edil María José Martín, el presidente en funciones de la junta local de Balerma, Antonio Gómez o el próximo concejal de Ciudadanos Cecilio Vargas, entre otros
El hecho de que para este año se haya aprobado una ínfima cantidad de arena y que las obras de emergencia con las que se pretende reparar el muro dañado –a las que el Gobierno liga la aportación de arena– van a suponer el retranqueo de un tramo del paseo mantienen en pie de guerra a los vecinos, que ayer, con motivo del Día del Medio Ambiente, protagonizaron una marcha reivindicativa con el eslogan ‘Mójate por tu playa’.
Inicio de la marcha reivindicativa de los vecinos de Balerma.
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Anyo
“Costas nos está haciendo una especie de chantaje, porque nos vienen a decir que si queremos arena, tenemos que acatar que hagan la obra como la tienen prevista”, comenta Fran Fernández, portavoz de los vecinos y quien estuvo presente junto al alcalde Francisco Góngora en una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente en Madrid la pasada semana, encuentro que supuso un mazazo para las aspiraciones de los vecinos. “Nosotros entendemos que existe una solución viable, que es la construcción de espigones como hicieron en Balanegra, y que se han demostrado útiles para el municipio vecino, pero que sin embargo nos ha ocasionado este gran problema”, defiende Fernández, quien subraya que “lo que está pasando en Las Cuevecillas es una verdadera pena y un desastre medioambiental, porque donde antes había una playa ahora ha desaparecido y solo hay piedras y explotaciones agrícolas en serio peligro de derrumbe”.
En aquella reunión el ministerio dio traslado a vecinos y representantes municipales de las conclusiones de un estudio somero, en las que el CEDEX reconocía que los espigones de Balanegra podrían ser los causantes de la situación. Sin embargo, el único compromiso a corto plazo asumido por el ente estatal fue hacer lo que ya tenía aprobado hacer: arreglar el muro del paseo perdiendo 40 metros cuadrados del mismo y aportar 15.000 metros cúbicos de arena, una cantidad “totalmente insuficiente”, según los vecinos y el propio alcalde. Al hilo de la obra, el portavoz vecinal reconoce que “nosotros no vamos a parar la obra, pero sí vamos a mostrar nuestra oposición, porque no estamos de acuerdo con lo que quieren hacer”.
Los participantes llegaron hasta la zona de Las Cuevecillas, una de las más afectadas.
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Sus protestas de hace más de un mes, cuando los obreros apenas estuvieron unas horas trabajando en la zona, provocaron que varios de ellos fueran denunciados ante la Guardia Civil, acusándoles de haber interrumpido los trabajos. “Nosotros no paramos las máquinas, simplemente nos tumbamos en la playa, pero no paramos nada, y ante la Guardia Civil, que estaba allí y no intervino en ningún momento. Luego presentaron una denuncia basada en falsedades y mentiras”, explica Fernández, quien adelanta que su actitud será la misma cuando vuelvan las máquinas: “Mostraremos nuestro desacuerdo”.
A la marcha acudieron representantes políticos como la diputada Rosalía Espinosa, la edil María José Martín, el presidente en funciones de la junta local de Balerma, Antonio Gómez o el próximo concejal de Ciudadanos Cecilio Vargas, entre otros.
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