Crítica literaria
Francisco Bautista Toledo
La Unión
Mar de Ágata, constituida para impedir la creación del “Parque Eólico Marino Mar de Ágata” que se proyecta construir frente a la costa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, “por considerar que su ubicación atenta contra una de las zonas de mayor valor ecológico y paisajístico de Andalucía y del Mediterráneo, está recibiendo desde su creación la adhesión de numerosos organismos sensibilizados con la defensa del medio ambiente y la conservación del referido espacio emblemático.
Según informa Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, más de 120 organizaciones, asociaciones y fundaciones nacionales, autonómicas y locales, que entienden que es “tan grave la crisis de pérdida de biodiversidad como el cambio climático y que la lucha contra el cambio climático no se puede hacer a costa de la biodiversidad”, han mostrado su apoyo a la Plataforma Stop Parque Eólico Mar de Ágata.
Son entidades del ámbito de la conservación de la naturaleza, como Alianza Energía y Territorio (Aliente); Sociedad Española de Ornitología (Seo BirdLife); Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (Secem); Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (Sebicop); Sociedad Española de Geobotánica (Seg) o la Sociedad Española de Agricultura Ecológica /Agroecología (Seae), a quienes se une un cohesionado sector pesquero, representado por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (Fncp), la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope).., quieneS manifiestan que “el florecimiento de instalaciones eólicas marinas conllevaría riesgos y afecciones desfavorables para los ecosistemas marinos y la actividad pesquera”.
También han mostrado su oposición al proyecto “Parque Eólico Marino Mar de Ágata” empresarios del sector turístico, como la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (Ashal), la Asociación de Empresarios del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Asemparna) y la Asociación Alojamientos Rurales de Cabo de Gata-Níjar.
También se han adherido a la Plataforma numerosos partidos políticos, asociaciones locales, culturales, de vecinos.. y han firmado la petición en la plataforma change.org más de 13.000 ciudadanos y ciudadanas diciendo no a un parque eólico que supondría “un gran impacto paisajístico, tendrá efectos negativos sobre las aves y el medio marino e incumple los criterios de una transición ecológica justa”.
La Plataforma Stop Parque Eólico Mar de Ágata argumenta que los 20 aerogeneradores, de 261 metros de altura, que ocuparían en su conjunto una superficie aproximada de 70 kilómetros cuadrado, “estarían muy próximos a una Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa), a una Zona Especial de Conservación (Zec), de la Red Natura 2000, de la Reserva de la Biosfera Cabo de Gata-Níjar, de una Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (Zepim) y UNA Reserva Marina.
A estas figuras de salvaguardia del medio ambiente y la biodiversidad hay que añadir la de ‘Hábitat Crítico para los Cetáceos’ (CCH), protección del medio marino que considera “incompatibl”» una instalación de este tipo, por los “riesgos de colisión y perturbación” que pueden afectar a estos mamíferos marinos.
La Plataforma, que continúa con la recogida de firmas en contra de este parque eólico y buscando apoyos entre instituciones y entidades, está comprometida en la lucha contra el cambio climático y la crisis ecológica global, y considera necesarias estrategias de reducción del consumo mediante el ahorro y la mejora de la eficiencia energética. También mantiene que las energías renovables, bien planificadas, son “una buena opción para alcanzar los objetivos marcados por la Unión Europea”.
considera que este proceso debe abordarse adoptando un “modelo de transición energética descentralizado y participativo, aprovechando espacios ya edificados, polígonos industriales o entornos degradados, con el menor impacto posible sobre el medio ambiente y el mayor respeto a la biodiversidad”.
El consistorio nijareño se ha posicionado en contra de este proyecto y ha argumentado en sus alegaciones a la Subdirección General de Evaluación Ambiental que los aerogeneradores “serán visibles desde la Amatista y la Isleta del Moro, habría que suponer que también desde todas las playas desde San José hasta Agua Amarga”. Esta instalación, bajo el punto de vista municipal, va a “desnaturalizar el paisaje de la zona, uno de los valores ambientales del Parque Natural y el gran atractivo turístico de la Costa de Níjar. Los perjuicios ambientales y económicos pueden ser muy graves”
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