La dirección provincial de Vox ha hecho públicas hoy las expulsiones de dos de sus tres concejales en el Ayuntamiento de Roquetas, Antonio Inocencio López y Antonio Barrionuevo, extremo que anunciaron semanas atrás después de que ambos se negaran a seguir las directrices de su partido en lo concerniente a sus emolumentos como concejales del consistorio roquetero y los porcentajes de liberación de sus actividades profesionales. Ambos dimitieron de sus cargos al frente de las áreas de Hacienda y Turismo, respectivamente, si bien la renuncia no se ha hecho efectiva oficialmente en Pleno.

Ambos ediles, en palabras de la dirección de Vox, "han traicionado a sus votantes al pasarse al grupo de concejales no adscritos y retener sus actas tras posicionarse contra las propuestas de esta formación política". En la misma comunicación pública, el partido insta a Gabriel Amat a que "aparte a estos dos concejales de las funciones de Gobierno al haber demostrado que para ellos pesa más su interés personal que el de sus vecinos".

Según Vox, los ediles "decidieron no obedecer las directrices de VOX sobre salarios de cargos electos cuando se les comunicó por escrito el 13 de julio que debían volver al régimen de sueldos de la anterior legislatura y aceptar una subida máxima del IPC acumulada (en torno al 6%). Frente a eso, se subieron el sueldo un 30%".

Pero el partido de derechas va más allá y asegura que se reserva "emprender las acciones legales que considere oportunas para devolver a los votantes de VOX la representación hurtada por dos personas que han demostrado no ser dignas de la confianza que este partido supone para más de 3,6 millones de votantes en toda España".

Según el aparato de Vox, los ediles "decidieron no obedecer las directrices de VOX sobre salarios de cargos electos cuando se les comunicó por escrito el 13 de julio que debían volver al régimen de sueldos de la anterior legislatura y aceptar una subida máxima del IPC acumulada (en torno al 6%). Frente a eso, se subieron el sueldo un 30%". Esto sí lo aceptó el tercer edil electo tras las últimas municipales, José Ignacio Cerrudo, según indica el partido, y es por ello que es el único representante que ha quedado de Vox en un municipio en el que, por cierto, el partido de Santiago Abascal fue el más votado en las últimas generales.

"Poco después -defiende el partido- también en contra de la resolución de la dirección de VOX, mantuvieron el 100% de su liberación a la vez que mantenían sus actividades profesionales fuera de la política. Del mismo modo, desde el primer momento se les indicó que el porcentaje de liberación debía ser acorde al tiempo real de dedicación en el consistorio, pero en ningún caso lo negociado directamente con la alcaldía del PP de mantener su actividad económica y el 100% de la retribución".