VERA

Ignacio Martín Cuadrado: el pregonero de las emociones

  • El fundador de Asprodalba centró su discurso en los sentimientos

  • Recibió el cariño de los veratenses con una enorme ovación

Ignacio Martín Cuadrado durante el pregón de las Fiestas de Vera.

Ignacio Martín Cuadrado durante el pregón de las Fiestas de Vera. / V. Visiedo P.

Ignacio Martín Cuadrado lleva 40 años de su vida dedicado a hacer mejor la vida de la personas con discapacidad intelectual. Por ello, no es de extrañar que su pregón de las Fiestas de Vera 2019 estuviera centrado en los sentimientos y las emociones: algo que él, además como psicólogo, conoce mejor que la mayoría.

Martín Cuadrado fundó en 1979 Asprodalba, la Asociación para la Promoción de las Personas con Discapacidad Intelectual del Levante Almeriense. Es una entidad que, con cuarenta años de vida, ha calado muy profundo en la sociedad veratense. Por ello es una de las personas más conocidas, admiradas y queridas de la ciudad. Todo ello le ha servido para que el equipo de gobierno veratense decidiera concederle el honor de pregonar las fiestas.

Comenzó su discurso con una declaración de intenciones: “Como buen pregonero debería ensalzar y elogiar todo lo bueno que tiene Vera, pero no voy a hacerlo. Voy a ser un pregonero diferente. No de elogios y alabanzas, simplemente de sentimientos y emociones”.

Como psicólogo clínico, Ignacio Martín lleva más de 40 años “compartiendo vuestras vidas, experiencias, problemas y alegrías, dudas e ilusiones: en definitiva vuestras emociones”, explicó. Todo ello teniendo como pilares los valores que le inculcaron sus padres, César y María Luisa: profesionalidad, solidaridad, humildad, honestidad y sinceridad.

El alcalde d eVera hace entrega de una placa a Martín Cuadrado. El alcalde d eVera hace entrega de una placa a Martín Cuadrado.

El alcalde d eVera hace entrega de una placa a Martín Cuadrado. / V. VIsiedo P.

El primer sentimiento del que habló en su pregón fue la felicidad, esa que siente como veratense. Y es que aunque nació en Murcia un 25 de diciembre, “mi alma sí que nació en Vera”, el pueblo de su familia, señaló.

Luego vino el orgullo, ese de “haber sido elegido pregonero, responsabilidad que acepto y agradezco de corazón al equipo de gobierno”. Así llegó a la satisfacción, la que le produce “tener una familia que tanto se ha comprometido con Vera”. Recordó que su abuelo, Juan Cuadrado, fue alcalde de Vera, arqueólogo y director del Museo de Almería, entre otras cosas. “Mi hermano César fue el primer alcalde de la democracia que puso Vera en el mapa y en el panorama del turismo internacional”. O su hermano Juan Antonio, “que ha llevado el nombre de Vera en su velero cruzando en solitario el Atlántico”.

Especial mención hizo a otro de sus hermanos, Francisco Javier, “que se fue demasiado joven en su bicicleta pedaleando al cielo y que junto a mi hermano Alejandro llevaron el nombre de Vera y en indalo en su moto por toda España y Europa”.

Así, enlazó su discurso con otra de las emociones, la tristeza por las personas que ya nos acompañan.” Nunca morirán si los recordamos”, asegura.

Después dio paso a la nostalgia de “recuerdos preciosos en el cortijo El Real, amigos de la adolescencia, las ferias y verbenas en la Terraza Carmona, los bailes en El Portalón y La Concha, el primer amor y el primer beso, que nunca se olvidan”.

Ignacio Martín emocionó con su pregón. Ignacio Martín emocionó con su pregón.

Ignacio Martín emocionó con su pregón. / V. Visiedo P.

En cuanto al amor, Ignacio Martín Cuadrado lo reserva para “mi familia, mis hijos Ignacio y Pablo, las personas que he querido y quiero. Amor por los veratenses y sobre todo por esta tierra de Vera”.

Finalmente, habló “del deseo de que los jóvenes disfruten de unas fiestas divertidas, pero respetuosas, sanas y en igualdad. Menos botellones y más corazones”, sentenció con su tono calmado de siempre. Así, este pregonero de emociones hizo un recorrido por la felicidad, el orgullo, la satisfacción, la melancolía, la nostalgia, el amor y el deseo.

Para cerrar su discurso, dejó al público asistente unas recomendaciones que dicen mucho sobre su filosofía de vida: “Seguid siendo buena gente. No dejéis nunca de ser niños. Disfrutad de las fiestas. Sed felices, pero ante todo, haced felices a los demás. Olvidad por unos días las preocupaciones. No traigáis dolencias, penas, tristezas, rencores,… Olvidaos por un momento de nosotros los psicólogos. Pero sobre todo, vivid, sentid, reíd, emocionaos y compartir vuestras emociones”. Concluyó el pregón con un “¡vivan las emociones, viva Vera y viva San Cleofás!

Para despedirse pidió que sonara la canción ‘Feria’ de Los Puntos, “una canción que me trae muchos recuerdos, risas y emociones”. El público ovacionó largamente su discurso: innovador, diferente, como lo es él, el pregonero de las emociones.

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