Naturaleza

El Salar de los Canos de Vera ya forma parte del Inventario de Humedales de Andalucía

  • En este enclave natural de la costa veratense habitan especies como la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, flamencos y muchas otras 

Flamencos en el Salar de los Canos de Vera.

Flamencos en el Salar de los Canos de Vera. / Miguel A. Gómez Becerro

Por fin lo han logrado. Después de varios años persiguiendo que el Salar de los Canos de Vera estuviera en el Inventario de Humedales de Andalucía, la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos firmó la resolución el pasado 6 de mayo y este jueves se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. Era el primer paso que buscaban colectivos ecologistas y la Asociación Salvemos el Salar de los Canos y el Territorio para preservar este espacio natural de enorme riqueza.

La Junta de Andalucía lo ha incluido en el Inventario de Humedales porque en él habitan especies de interés natural, algunas de ellas protegidas. Destacan la garcilla cangrejera, la cerceta pardilla, la malvasía cabeciblanca y la tortuga mora. Pero también se dejan ver por este humedal los flamencos, el ánade real, la garza real, la cigüeñuela y así hasta un total de medio centenar de especies relevantes que constan en el informe incluido en el inventario. No obstante, en él se han catalogado más de 150 especies, 15 de las cuales figuran en el ‘Libro Rojo de las especies amenazadas en España’.

En cuanto a su flora, predominan los saladares, apareciendo juncadales y otras plantas adaptadas a las zonas, dentro del hábitat, con menor salinidad como carrizales y tarayales.

La Asociación Salvemos el Salar de los Canos y el Territorio se ha mostrado muy satisfecha por su inclusión en el Inventario de Humedales de Andalucía, aunque con un sabor agridulce, pues sus alegaciones para proteger una extensión mucho mayor fue rechazada. “La loma central, que corre grave peligro de ser urbanizada, no está incluida y nuestra alegación para protegerla fue desestimada por la Junta de Andalucía, por lo que el trabajo no ha finalizado, pero no deja de ser un pequeño paso que celebramos. ¡Lo vamos a conseguir!”, aseguran en un mensaje en las redes sociales.

Cientos de aves en el Salar de los Canos. Cientos de aves en el Salar de los Canos.

Cientos de aves en el Salar de los Canos. / Miguel A. Gómez Becerro

¿Cómo es el Salar de los Canos?

El Salar de los Canos es un humedal que ocupa 57,38 hectáreas que conforma uno de los ecosistemas más importantes de la provincia de Almería. Está a escasos metros de la playa de Vera, a 3 metros de altura sobre el nivel del mar, y separado del frente litoral por la carretera a Villaricos y las urbanizaciones.

Cuenta con una precipitación media anual que ronda los 300 mm, y una temperatura media anual de 18ºC. El mes más frío es enero, cuando la temperatura media ronda los 11ºC, mientras que el mes más cálido es agosto, cuando la temperatura media ronda los 25ºC. La mayor parte de este espacio se desarrolla mayoritariamente sobre la unidad litológica arenas, limos, arcillas, gravas y cantos procedentes de rellenos la acción de agentes litorales (deriva, etc.) de los últimos 6.000 años.

El salar representa la mayor extensión de superficie verde natural de todo el llano central del Levante almeriense y representa un auténtico pulmón verde por el que pasean y disfrutan habitantes y turistas. El nombre parece proceder del uso del espacio como salinas, aunque no existe ninguna en explotación, ni se han registrado evidencias documentales de esta actividad. No obstante, la propiedad de una parcela a nombre de “Salinas Catalanas”, la existencia de algunos indicios arqueológicos y algunas estructuras observadas en la fotografía aérea del vuelo americano serie B (año 1957) parecen apuntar en este sentido.

Un grupo de flamencos descansa en el Salar de los Canos, con las vistas del cerro del Espíritu Santo al fondo. Un grupo de flamencos descansa en el Salar de los Canos, con las vistas del cerro del Espíritu Santo al fondo.

Un grupo de flamencos descansa en el Salar de los Canos, con las vistas del cerro del Espíritu Santo al fondo. / Miguel A. Gómez Becerro

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