Vera tiene un nuevo horno artesanal para cocer cerámica y mantener viva la tradición alfarera

Levante

Salvador Hernández, alfarero veratense de sexta generación, construye por sí mismo un horno tradicional en el que hacer nuevas piezas

Vera muestra su pasado a través de la arqueología en las Jornadas Europeas del Patrimonio Andaluz

El alcalde junto a Salvador Hernández padre e hijo.
El alcalde junto a Salvador Hernández padre e hijo. / D.A

Vera busca conservar su tradición alfarera, una de las actividades más antiguas y características del municipio que forma parte de su legado y su historia. Para ello, se ha puesto en marcha recientemente un nuevo horno tradicional que ha sido construido por Salvador Hernández, uno de los grandes representantes de varias generaciones de alfareros de Vera.

El horno para la cocción de piezas de arcilla ha sido construido de manera artesanal utilizando las técnicas antiguas, ladrillos en crudo hechos a mano y materiales de la zona. Cuenta con un techo de cúpula provisto de chimenea donde se ubica la cámara de cocción para hornear la cerámica y dispone de una boca en la parte inferior para cargar el combustible a base de leña.

El proceso que se lleva a cabo en el horno es indispensable en la fase final de fabricación de las piezas de alfarería. En él se pueden cocer algunos utensilios únicos como cántaros, botijos, cantarillas y otros objetos como jarras abiertas en corolas como flores de cuatro, cinco y seis picos, con curvas dulces y formas equilibradas, botijos modernos, vasos, entre otras.

El encargado de fabricarlo ha sido Salvador, un alfarero que junto a su hijo busca conservar la tradición de este oficio familiar, y que con su labor ofrecen la posibilidad de poder conocer las raíces históricas de Vera, manteniendo vivas algunas de las costumbres y de las piezas únicas que caracterizan al municipio.

Salvador padre ha confesado que el horno es “un capricho” a Diario de Almería. La alfarería se convirtió en su hobby hace ya 28 años, tras el fallecimiento de su padre. “El día después de su entierro me puse a practicar y en dos semanas cogí un torno y me planté delante de mi madre para hacerle una jarra. No me hizo falta mojarme las manos, con sus lágrimas pude moldear el barro”.

“No podemos dejar que esto se pierda, porque esto hace que se siga hablando de mi padre y se le recuerde. Una persona nunca muere mientras sigue siendo recordada”, apunta.

/ D.A

En la inauguración de este nuevo horno tradicional, junto a los alfareros, estuvo presente el alcalde de Vera, Alfonso García, quien quiso conocer de cerca el funcionamiento y agradecerles su aportación al patrimonio cultural del municipio. “Es un lujo contar con vuestro conocimiento, vuestro trabajo y ese compromiso con la historia que nos une. Este horno representa una forma de preservar los métodos ancestrales de cocción y producción que dieron vida a generaciones de veratenses”, compartió el regidor veratense.

Gracias a este tipo de iniciativas y a la tradición alfarera que sigue viva en el municipio, se continúa elaborando con exquisito cuidado una gran joya cerámica como es la Jarra de Cinco Picos, que tiene su reminiscencia en las formas cerámicas hispanomusulmanas de Bayra. Esta jarra es una representación artística de la forma pentagonal de la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Vera, que sea difícil de apreciar en algunas ocasiones, cuenta con una quinta esquina donde estaba ubicado el reloj de sol. La jarra se ha convertido en un símbolo de la artesanía local, siendo un obsequio institucional, destacado, que suele entregarse desde el Ayuntamiento.

Piezas únicas de la alfarería veratense gracias a los hornos

La alfarería de Vera se caracteriza por unas piezas únicas de color marfil elaboradas con mezcla de tierra Grea y Roya que se puede encontrar en las inmediaciones del municipio. El color de cada una de estas piezas depende de la temperatura a la que cueza en el horno, que puede llegar a alcanzar hasta los 1.000 grados centígrados. Para ello, se lleva calentando 12 horas, en las que las piezas se encuentran en su interior y van subiendo de temperatura lentamente. Este tipo de piezas, se han encontrado en las excavaciones realizadas en Bayra, y se remontan a la época medieval. Eso sí, no se han encontrado hornos, porque todos estaban ubicados a los pies del cerro.

Ahora, el legado sigue vivo en manos de su hijo, Salvador hijo, quien también ha aprendido el oficio y suele ofrecer talleres de forma regular, ya sea como parte de una exposición o de manera independiente, en el tendido 5 de la plaza de toros de Vera.

Además, las recientes excavaciones arqueológicas en el cerro del Espíritu Santo están poniendo de relieve la importancia de la cerámica en Vera y en toda la zona del Levante con importantes y numerosos hallazgos de cerámica nazarí.

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