Cuántos cofrades de El Amor pasaron la madrugada del martes en vela mirando el cielo a ver si firmaba una tregua con la Cofradía para poder sacar a sus Titulares a las calles de Almería tres años después! Normalmente las plegarias de los almerienses suelen ser para que el cielo mande agua; pero en esta ocasión era por lo contrario. Y el cielo, que debe ser amante de la Semana Santa, se portó bien, a media mañana cesó la lluvia y los cofrades por fin respiraron.

Eran las 18.30 h. de una tarde aún amenazante cuando el portón lateral del templo de San Sebastián se abrió y la multitud en torno a él congregada pudo ver en el interior los Titulares sobre sus pasos. Ambos presentaban importantes novedades, una claramente visible y la otra no tanto: el paso del Cristo mostraba el labrado prácticamente acabado en madera tras dos años de trabajo de Daniel Ibáñez en su taller sevillano. La Virgen, precedida del recién restaurado Estandarte corporativo, estrenaba parihuela que tras muchas vicisitudes, acabó con esmero por los pelos a tiempo el cordobés Juan García en su taller.

La salida del Cristo resultó desconcertante para todos: hizo la revirá a la derecha para ganar Plaza San Sebastián, circunvalar el templo por calle Murcia, nueva revirá por calle recientemente rebautizada como Cristo del Amor y salir a Alcalde Muñoz donde ¡lo esperaba su Madre, la Virgen del Primer Dolor. La multitud de fieles congregada ante el portón que había visto a la Virgen hacer la revirá hacia la izquierda tras salir del templo, comprendió que ninguno de los capataces, Borja Arqueros y Emilio Salvador, se habían equivocado en la maniobra de salida y las revirás habían sido las correctas. Así, por vez primera en los 77 años de historia de la Cofradía, se producía un encuentro entre Madre e Hijo ante la mirada de centenares de vecinos que asistieron encantados a la escena.

Una de las levantás fue en honor a Antonio Galindo, histórico cofrade del Amor

Había sido el secreto mejor guardado de la Hermandad en estos tres años de carencia procesional y por fin se había hecho realidad. Conforme avanzaba el cortejo procesional podían verse otras novedades: dos nuevas navetas, un incensario, cinco báculos y el manto de la Virgen del Primer Dolor bordado en hilo de oro. El ornamento floral, el tradicional: monte de claveles rojos a los pies del Cristo, con centros de rosas y cardos en los laterales del paso; y rosas color champán y otras más pequeñas de color rosa para la Virgen.

El acompañamiento musical, el mismo de los últimos 25 años: las Cornetas y Tambores Santa Cruz con El Amor y la Banda Santa Cecilia de Sorbas con el Primer Dolor. En la fila de Hermanos Honoríficos también había un estreno: el Colegio de Enfermería, recién nombrado, junto a los Bomberos, Protección Civil y Policía Local que precisamente este 2022 han sido homenajeados por sus 20 años con la Cofradía. La principal novedad en el itinerario fue la bajada del Paseo, el paso por la nueva Carrera Oficial y la subida por calle de las Tiendas, sentido contrario al que había realizado tradicionalmente.