El Crucificado procesiona con La Virgen de los Dolores y San Juan
l bédarTres mujeres acompañaban la noche del Jueves Santo la soledad del Nazareno en la iglesia que no sale en procesión al no disponer de costaleros que porten su trono
Tres mujeres acompañaban en la noche del Jueves Santo la soledad del Nazareno en la iglesia de Bédar. No pudo salir en procesión, el Nazareno no tiene costaleros que porten su trono. En su lugar procesionó el Crucificado que sólo precisa de tres portadores con La Virgen de los Dolores y San Juan.
Anita, hija de Pedro González, Guardia Civil en Vera; Ana, hija de Matías 'El Lorenzo' y madre de Ángel Collado; y Francisca, viuda de José 'el Andaluz', cuentan de cuando Bédar tenía procesiones de tronío, las minas ya se sabe. Ana recuerda de más joven, con catorce o quince años, que no había perigallos ni cosas de estas, que la subían entre el sacristán y otro hombre para poner macetas de flores sobre las columnas que enmarcan el retablo de la iglesia.
Las tres mujeres han visto salir la procesión y las tres esperan su regreso. Cosas de los huesos, dice Ana, "que no puedo ni andar, tengo las piernas moradas de tantas caídas y roturas". Afuera, en las calles de Bédar, los geranios señalan el camino del desfile.
El que fuera marido de Francisca daba el pregón, la Sentencia: "esta es la justicia del apoderado de Poncio Pilatos: que lleven al condenado a muerte al monte Calvario". La procesión avanza por las estrechas calles bedarenses con la singular hermosura de lo sencillo, sin oropeles y, no obstante, con pellizcos en los sentidos.
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