Meditaciones en la madrugada

El Cristo de la Escucha salió de la Catedral a las cinco de la madrugada del Viernes Santo.
Rafael Leopoldo Aguilera

12 de abril 2009 - 01:00

En la madrugada del Viernes Santo, a las cinco en punto, cuando aún no había amanecido, desde la Santa Iglesia y Apostólica Catedral de la Encarnación, más de cinco mil fieles asistieron, de forma piadosa y devocional, al Vía Crucis con la imagen sagrada del Santísimo Cristo de la Escucha; siendo éste, el acto de mayor fervor de la religiosidad popular almeriense junto con el besapies a Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli, "Señor de Almería".

El Cabildo catedral, representado por el Deán Arturo Gallego Fábrega, el prefecto de Pastoral, Juan Torrecillas Cano, y el secretario, Manuel Pozo Oller, el pasado día seis de noviembre, se reunieron con un grupo numeroso de integrantes de la Hermandad del Santo Cristo de la Escucha, para seguir impulsando la devoción al Santo Cristo y retomar así los actos de culto que tradicionalmente se han celebrado en la Catedral, con un seguimiento multitudinario de feligreses de la capital y de la provincia.

Ante las vacantes del consiliario Juan López Martín, por defunción, gran impulsor junto con el canónigo Rafael Romero del Vía Crucis, y el Hermano Mayor Javier Arcos Quero por dimisión, se acordó formar una Junta Gestora, presidida por el abogado Julio Sánchez, quien tendrá el encargo de formalizar el antiguo listado de los miembros que configuran la Hermandad, retomar los cultos mensuales del Cristo, renovar los Estatutos según las normas diocesanas y consolidar la actividad interna de la Hermandad.

La Hermandad del Santo Cristo de la Escucha, que fue fundada en 1957, bajo el patrocinio del cabildo catedral, no forma parte, actualmente, de la Agrupación de Cofradías, pero es muy querida por ésta corporación cofrade, haciéndola partícipe de sus actos y actividades.

La dirección espiritual del Vía Crucis corrió a cargo de Juan Torrecilla, meditándose algunas de sus Estaciones por los también canónigos Francisco Escamez y Manuel Pozo, así como los sacerdotes Carlos Huelin, SJ, y Fray Ángel Nicolás Soler, OFM, Fray Justo Cuberos O.P., Sor Rocío de las Siervas de los Pobres, y otros laicos comprometidos con el apostolado seglar, que nos hacían introducirnos con sus exhortaciones en reflexión de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, contemplando la misma desde el amor, la fe, la caridad, la misericordia y el perdón.

El severo paso del Cristo de la Escucha obra de Jesús de Perceval, conmovido por la nostalgia de la madrugá, iba portado a hombros por hermanos, adornado profusamente con claveles rojos y lirios morados, avanzaba Estación tras Estación en la luz deseada del azul amanecer del Viernes Santo, siendo muy emotivo la llegada al Santuario de la Virgen del Mar y al Convento de las Madres Clarisas, con la mirada esperanzadora puesta en el Corazón de Jesús desde el Cerro de San Cristóbal.

La Estación XIV y última, "Dan sepultura al Cuerpo de Jesús", el Presidente del Colegio de Médicos Francisco Ortega Viñolo nos pregonó con palabras que nos hacían reflexionar que desde el dolor del Cristo de la Escucha renace de nuevo en Domingo de Resurrección la esperanza.

La procesión del Vía Crucis estuvo organizada por la Junta de Gobierno de la Hermandad, entrando el Santo Cristo en la Catedral alzado por los horquilleros, dirigido por Adolfo Pageo, y con un cálido aplauso de los fieles, para a continuación proceder a la adoración de la Cruz y besar la imagen, elevando plegarias de súplicas y alabanzas al Cristo de la Escucha, con profundo duelo e inmensa gratitud comenzó el Oficio de Tinieblas en la Catedral.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último