EL Lunes Santo volvió alcanzar el punto subliminar y diferente que cada año concede la hermandad de Pasión. A las 18:30 horas, la cruz de guía indicaba el inicio de la Estación de penitencia que como principal novedad se dirigía hacia la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de nuestra Ciudad, lugar donde en el año 1995 fue bendecida la imagen de Nuestro Padre Jesús de Salud y Pasión en su tercera caída.

La Hermandad de pasión contaba este año con un cofrade de excepción que contemplaba desde las 'alturas' esos instantes que siempre saboreó desde la fundación de la corporación en que propició tanta convivencia y trato de buena gente. José Enrique Vivas no pudo estar este Lunes Santo junto a sus hermanos, pero en espíritu anduvo entre ellos con su eterna sonrisa y disfrutando de cómo su cofradía glorificaba a Cristo y a su Madre.

María Santísima de los Desamparados brilló con luz propia en una tarde- noche de Lunes Santo en la que se fueron esparciendo aromas de cofradía joven pero convertida ya en unos de los grandes tesoros de la Semana Santa de Almería. El paso de palio, que continúa con las labores de bordado en los talleres de Manuel Solano Rodríguez en Morón de la Frontera, fue magistralmente dirigido por el capataz Manuel Vicente Barranco y acompañado por los sones de la Banda de Santa Cecilia de Sorbas. Hay que destacar la aprecible mejoría de esta cuadrilla de costaleros que con entusiasmo y empeño trabajan para portar a María Santísima de los Desamparados de la mejor forma posible

Uno de los momentos más emotivos se vivieron en la plaza de la Virgen del Mar cuando los cofrades de Pasión visitaban y oraban ante la imagen de la excelsa Patrona de Almería, que desde su camarín se convertía en testigo del discurrir del desfile procesional.

La elegancia volvió a golpear ayer los sentidos con la fuerza que transmiten las sagradas imágenes de esta hermandad cuya fortaleza proporciona una estética que rompe esquemas y nos trae la verdad serena de cómo entender y comprender la Pasión de Cristo.

Ayer Pasión volvía a dar ejemplo de trabajo y esfuerzo mostrando unos frutos que hoy en día se ve y se palpa con el empuje de la gente que ahora participa en la hermandad, gente joven y con ganas de seguir trabajando para afianzar la identidad de la cofradía.

Poco antes de media noche, la cofradía volvió a su sede canónica cerrando un intenso día que comenzó a las 12 de la mañana, cuando una representación de la Hermandad encabezada por la Hermana Mayor acudió al Santuario de la Santísima Virgen del Mar Coronada para rezar el Ángelus, pedir por la buena marcha de la Estación de Penitencia y ofrendar un ramo de flores. También se trasladaron a las parroquias en las que residen las otras dos Hermandades que hicieron Estación de Penitencia en la tarde noche del Lunes Santo.

La imágenes de Nuestro Padre Jesús de Salud y Pasión en su tercera caída y María Santísima de los Desamparados descansarán en el interior de la Iglesia de Santa Teresa de Jesús hasta el próximo Lunes Santo