Abla es otro de esos pequeños pueblos de Almería que merece la pena visitar en cualquier momento, pero si se hace en Semana Santa, la sorpresa será aún mayor. A su belleza natural, de enorme riqueza paisají­stica, botánica, faunística se une una arquitectura de inconfundible pueblo almeriense con sus casas en terraza, sin tejado, mostrando su origen árabe. Todo ello con la imponente Sierra Nevada enfrente.

Pero como decíamos, además su Semana Santa se vive con fervor y de una forma tradicional, guardando toda la esencia de los pueblos andaluces.

Antes de los propios desfiles procesionales, el municipio ya vibra con los actos previos. El pasado 10 de marzo se celebró el pregón a cargo de Francisco López Ocaña, además del espectáculo de la Pasión de Cristo Cantada, con el Coro Rociero de Abla. Una espectacular representación desde la música, la narración y la proyección de imágenes narrando los acontecimientos más importantes de la pasión.

El Viernes de Dolores, tras la misa tuvo lugar un besamanos a la Virgen de los Dolores y, después, un viacrucis de las familias por las calles del pueblo.

Las bocinas son protagonistas el Viernes Santo.

El Domingo de Ramos se celebra en Abla la procesión de las Palmas, una tradición que data del siglo XVIII y que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Será a partir de las 10:00 horas.Para el Lunes y Martes Santo no hay procesiones, pero sí actos religiosos: confesiones a las 18:30 horas y santa misa a las 19:30.

El Miércoles Santo, además de las confesiones y la misa, también realiza su estación de penitencia el Santísimo Cristo de la Paz. Un acto muy solemne que sirve para que los fieles busquen una intimidad con el Señor y sirva para realizar un diálogo interno con él. La belleza de esta procesión reside en su solemnidad, la belleza de las calles y la luz del fuego y el candil.

El Jueves Santo tiene lugar la misa de la Cena del Señor (17:30 horas) y por la noche a las 22:00 es la procesión de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús. A las 23:15 es la hora santa ante el monumento.El Viernes Santo comienza bien temprano (7:00), con el Vía Crucis (con el Señor Crucificado), rezando el rosario desde la parroquia hasta la ermita de los Santos Mártires. Luego, a las 11:15 horas comienza la procesión de El Paso (con la Virgen de los Dolores, San Juan, Nuestro Padre Jesús y La Verónica). En este encuentro se tocan unas bocinas muy antiguas, algunas alcanzan los tres metros de longitud y tienen que ser transportadas por ruedas.

Ya por la noche, a las 21:50 horas es el desenclavamiento y procesión del Santo Entierro (con la Virgen de Las Angustias, el Santo Sepulcro y el Ecce Homo) y, a las 23:00, la procesión de La Soledad, también llamada El Silencio (con la imagen de la Virgen de los Dolores).

El Sábado Santo se celebrará a las 23:00 una solemne vigilia pascual.

La cardoncha se celebra el Domingo de Resurrección.

Para el Domingo de Resurrección queda una de las procesiones más peculiares de toda la Semana Santa almeriense: la tradicional Cardoncha, una tradición cuyos orígenes datan del siglo XVI, cuando se crea la milicia local de Abla por el concejo de la villa. Durante la procesión del Cristo Resucitado y la Virgen ambos pasos se encuentran en un emotivo momento entre Madre e Hijo. Antes se lleva a cabo la celebración de ‘La Juga de la Bandera’, en el que el uno de los miembros de la Hermandad del Resucitado ondea la bandera enrollando y desenrollándola sobre su cabeza.

A continuación, se procede a la siguiente fase de esta tradición, la ‘Imposición de Sanciones’ donde los acusados son obligados a tomar vino a través del tallo de la cardoncha- un cardo típico de zonas de secano-. Una vez terminadas las acusaciones, se produce el ‘Cambio de Insignias’ entre los hermanos ya que los cargos en la hermandad son rotativos y la ‘Inscripción de cargos entrantes’ en el libro de la Hermandad por los Hermanos Mayores y la entrega de un ramo de cardonchas al capitán saliente .