Silencio y penitencia en el último trayecto de la Pasión

La Semana Santa en Huércal-Overa ha transcurrido este año con una destacada afluencia de vecinos y visitantes en la calle y así concluyó el Jueves y Viernes Santo

Imagen de Nuestro Señor de la Caída perteneciente al Paso Blanco.
Patricia López Rojas / Huércal-Overa

08 de abril 2012 - 01:00

La Semana Santa en Huércal-Overa ha transcurrido este año con una gran afluencia de vecinos y visitantes en la calle y así concluyó el Jueves y Viernes Santo. Dos días con una apretada agenda y es que hay doble procesiones. Así el Jueves es el día grande para el Paso Blanco que tiene su procesión titular el mencionado día. Se trata de una procesión en la que sacan a la calle todo su patrimonio de bordados, amplios trajes y, por supuesto, cuatro de sus cinco imágenes: San Juan, el Cristo de la Sangre, Nuestro Señor de la Caída y la Virgen de las Angustias, a la que acompañó el Tercio Levante de la Infantería de Marina de Cartagena. Una procesión que se vivió con un carácter especial y tintes muy emotivos y es que el pasado año el Paso Blanco no pudo procesionar por motivo de la lluvia.

Los cofrades del Paso Blanco miraban al cielo durante la tarde con la esperanza de que las nubes que aparecían se marcharan, y así fue. La procesión pudo salir y realizarse con total normalidad con una muestra más de la grandeza de la Semana Santa huercalense. Como viene siendo habitual fue muy emotivo el encierro de la Virgen de las Angustias en el que las lágrimas de emoción de los devotos y el sentimiento se apreciaron en todo instante en la puerta de la ermita.

Una vez que los Blancos cerraron sus puertas el pueblo se quedó a oscuras para la procesión del Silencio, estación de penitencia en la que el Cristo sube a El Calvario acompañado por el único sonido de un tambor y siempre acompañado de decenas de penitentes.

El Viernes Santo salió Nuestro Padre Jesús Nazareno en su subida al Calvario. Una procesión que es la Titular del Paso Morao, pero en la que los penitentes suben casi todos cumpliendo promesas y que es seguida por todos con independencia del paso al que pertenezcan. Cualquier vecino que lo desee puede portar la imagen del Nazareno.

El Paso Negro es el encargado de cerrar la Semana Santa en el municipio y lo hace evidentemente con el luto riguroso que conlleva el tener entre ellos al Señor Muerto, una procesión que contó con una alta calidad de bandas musicales, entre ellas la Compañía de la Legión que una vez más puso también el espectáculo en la presentación de Bandas. Una Estación de Penitencia que pone el punto final a una Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional y que este año ha podido contar con la totalidad de sus desfiles.

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