El Almería, necesitado de un poderío mental 'a lo Nadal'

UD Almería

El Carlos Tartiete evidencia a un equipo de Rubi frágil y débil en lo psicológico

Un triunfo marcaría la meseta de la mala dinámica, favorecida también por la vuelta de los jugadores ausentes

El Acta de Vivancos

Crónica del Almería B

Samú, que acabó llorando, salta sobre Fernando en un ataque carbayón.
Samú, que acabó llorando, salta sobre Fernando en un ataque carbayón. / LaLiga

El día antes que el mejor deportista español de todos los tiempos demostrara que la mente es la mejor de todas las cualidades, el Almería evidenció en Oviedo que precisamente carece de esa fortaleza ahora mismo. Rafa Nadal se ha levantado mil y una veces de dinámicas como las que ahora llevan los rojiblancos. De hecho, hace unos meses estaba cojo y había pasado la COVID, algo que se puede asimilar a las múltiples ausencias por lesión, COVID o Copa de África que ha tenido el Almería en enero.

Pero ayer lo volvió a hacer, volvió a sacar fuerzas de flaqueza para convertirse en el mejor tenista de la historia, algo así como el Almería de la primera vuelta. Los números, el juego y la fortaleza de los rojiblancos habían encandilado, su fortaleza parecida imposible de derribar. Eibar y Valladolid, en el papel de Roger Federer y Novak Djokovic, esperaban algún síntoma de debilidad para darle caza en la tabla.

El mes de enero ha sido un cúmulo de despropósitos. La Navidad se adelantó tras el aplazamiento de Lugo, la COVID provocó ausencias y posiblemente una bajada de rendimiento físico en ciertos futbolistas, a los más jóvenes les ha pensado la responsabilidad de los malos resultados y de tener que suplir a hombres tan importantes como Sadiq, Sousa o Lazo... Las malas rachas son normales, Rubi las sufrió con el Huesca y el Espanyol. Es más, el Almería de Emery también empezó con tres derrotas consecutivas y el de Javi Gracia salió incluso de la promoción de ascenso tras caer en Murcia. Pero no son eternas y, por ser optismistas, mejor pasarla ahora y estar a tope a partir de marzo, que es el tramo de la campaña en la que se ha caído otras veces.

En el Carlos Tartiere se vio a un Almería débil en lo mental. Salió bien, trató de elevar la presión y mandar ante el Oviedo, pero a las primeras de cambio, falló y se hundió. Antes fallaba, Fernando salvaba y el equipo reacionaba. Ahora, cuando la mente no funciona, las cosas salen mal por propia inercia. El segundo gol ovetense, con un despeje de Babic que se convierte en un remate que supera con clase a Fernando, es buena muestra de ello.

Rubi ya sufrió malas rachas similares con Huesca y Espanyol, al igual que el Almería de Emery y Gracia

En esta situación, lo fácil es tomar medidas dástricas, como hizo el club en las dos temporadas anteriores, pero eso no te asegura nada. Por contra, Rubi mantiene la calma y su discurso es sensato. Un equipo que ha jugado tan bien al fútbol y que ha hecho tan buenos números en la primera vuelta, de repente no olvida todos los conceptos y se convierte en un aspirante al descenso.

Una victoria llegará más pronto que tarde, será el pico de esta ola negativa, marcará la meseta y el comienzo de una recuperación, que también se verá favorecida por la vuelta de las ausencias. Nadal levantó ayer un 2-0 en la final ante Medvedev, el Almería tiene fútbol para sacar esto adelante.

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