El caso Arvin Appiah quedará en los anales de la historia reciente de la UD Almería. En la temporada 2019-2020 fue una de las primeras piedras del farónico proyecto de Turki Al-Sheikh al frente de la presidencia, recién adquirida la propiedad del club a Alfonso García. Durante aquel verano el jeque saudí no dudó en desembolsar 8'8 millones de euros (aún hoy es el fichaje más caro de la historia en Segunda) al Nottingham Forest inglés para hacerse con quien creían era la nueva perla del fútbol inglés, al punto de presumir en redes sociales de habérselo arrebatado al Manchester United. 

Cinco años después el capricho de Al-Sheikh (insistió personalmente en su adquisición) se ha convertido en la operación más ruinosa de todas las acometidas en los distintos mercados de fichajes, un borrón en un listado de aciertos encabezados por futbolistas como Darwin Núñez, Sadiq Umar, El Bilal Touré o Sergio Akieme, que fueron traspasados dejando pingües beneficios en las arcas rojiblancas. Por Appiah la dirección deportiva ya asumió hace tiempo que solo podían contemplar pérdidas. 

Abandonar su entorno con apenas 18 años sabiéndose la contratación más cara de la categoría de plata significó un lastre que nunca supo acarrear el bueno de Arvin. Al punto de que su valor ha ido depreciándose continuamente, pasando de los 5 millones de euros de pico máximo en que estuvo tasado por el portal especializado transfermarkt.es a los escasos 500.000 (y bajando) que ostenta en la actualidad.

El pasado verano era cedido al modesto Rotherham United de la Championship con la esperanza de que regresando al Reino Unido, en un entorno más familiar con costumbres conocidas, pudiera al menos mostrar algo del fútbol que se le presupone, pues su contrato expira el próximo mes de junio y en la UDA ya tenían más que asumido el fiasco.

Appiah durante su también fallida cesión al Málaga

Ni por esas. Hoy por hoy el Rotherham es el colista de la segunda inglesa y el rol de Appiah es de suplente habitual, habiendo disputado apenas 553 minutos entre Liga y Copa, tiempo en el que solo ha contribuido repartiendo una asistencia de gol. En la última jornada, saldada con derrota ante el Watford, ni siquiera entró en la convocatoria. Unos números muy pobres para un jugador que a los 23 años lleva camino de perderse definitivamente para el fútbol. 

Su periplo por la liga española tampoco resultó nada prometedor. La campaña de su debut coincidió con la pandemia de coronavirus. Entonces disputó 21 partidos, 10 de ellos como titular, anotando un gol en Zaragoza. El curso 2021-2022 no acababa de contar y fue enviado a préstamo al CD Lugo, donde jugó 13 partidos (7 de titular). Su mejor año como rojiblanco fue el del ascenso con Rubi, con 32 apariciones y 11 titularidades (anotó otro gol en Las Palmas), pero el desembarco en Primera motivó su cesión al CD Tenerife, con 11 partidos disputados, solo 3 en el once inicial. Del Tenerife pasó al Málaga en la ventana invernal de 2023, donde apareció en 10 encuentros, marcando un gol. 

Appiah representa el polo opuesto al encarnado por su compañero y amigo Largie Ramazani. En su caso el extremo belga llegó como agente libre procedente del equipo promesas del Manchester United y aunque su rendimiento nunca ha alcanzado cotas de regularidad satisfactorias, la calidad que atesora en sus botas permitirá a la UDA sacarle un buen pellizco en forma de traspaso durante el próximo verano, ya que acaba contrato en junio de 2025 y no estará en el plantel del regreso a Segunda.