La primera sesión de la UDA se ha desarrollado con normalidad, dentro de la excepción que supone el protocolo de seguridad de LaLiga. A las 9:00 fueron llegando los jugadores al Mediterráneo; lo hacían de manera escalonada y por franjas horarias para no coincidir. Luego, al acceder a las instalaciones, cada futbolista tenía asignado un parking junto al terreno de juego para directamente entrenar, ya que llegaban con la ropa  de trabajo. Había dos puntos de entrada al campo principal y otros tantos al anexo.

El personal, según el protocolo de LaLiga, tenía que ser el mínimo posible, por lo que los futbolistas se ejercitaron bajo las directrices de los preparadores físicos, y los porteros con su entrenador específico. También estuvo el entrenador, José María Gutierrez, que siguió las evoluciones de los jugadores tanto en el campo principal como en el anexo. En cada terreno de juego entrenaban seis futbolistas, como máximo, al mismo tiempo.

El técnico estuvo dialogando con ellos, guardando la distancia reglamentaria, e interesándose por cómo se encontraban. De hecho era la primera toma de contacto física desde que se interrumpió la competición. En este sentido Guti preguntó a Juan Ibiza por su estado, y éste le confirmó que el doctor Cugat, que lo operó en septiembre, le ha dado ya el OK para entrenar con normalidad. Así las cosas, todos estarán disponibles para cuando se pueda reanudar la Liga.

El trabajo fue eminentemente físico, una adaptación a la actividad. Este domingo habrá descanso y el lunes volverán a ejercitarse ya con mayor intensidad y con mayor volumen de ejercicios, mucho más exigente. La semana será larga y dura.