Lázaro Vinicius llegó, vio y venció en el Estadio Monumental de Quito. El Palmeiras visitaba el feudo del Independiente del Valle de Ecuador en la fase de grupos de la Copa Libertadores (equivalente a la Liga de Campeones en Sudamérica) y el jugador brasileño cedido por la UD Almería se convirtió en el héroe del partido.

Y eso que partía desde el banquillo. El cuadro local se imponía por 2-0 con tantos de Páez y Hoyos, distancia que el futuro madridista Endrick recortaba en el arranque de la segunda mitad. Con 2-1 en el marcador Abel Ferreira optó por retirar del campo al propio Endrick y dar entrada a Lázaro Vinicius en busca de la remontada. El cambio le salió a pedir de boca al preparador portugués. 

El futbolista de Belo Horizonte, criado en la cantera del Flamengo, respondió a la confianza anotando el 2-2 a los 78 minutos de juego y asistiendo en el descuento a su compañero Luis Guilherme para que el cuadro brasileño acabara llevándose el partido ante la incredulidad de la afición ecuatoriana. 

Lázaro emprendió el viaje de regreso a su país natal en la pasada ventana invernal, cuando la UDA alcanzó un acuerdo de préstamo con el Palmeiras hasta el próximo mes de diciembre a cambio de 1 millón de euros.

Llegada esa fecha, los brasileños pueden adquirirlo en propiedad en una cantidad fijada en 12 millones (habría que restarle el millón ya abonado) o ampliar su cesión hasta julio de 2025 por 500.000 euros más con la intención de poder disputar el remozado Mundial de Clubes. Lázaro llegó a la UDA en 2022 procedente del Flamengo a cambio de 7 millones de euros y tiene contrato como rojiblanco hasta 2028.