En el minuto 83 del partido disputado por el Almería frente al Girona, Gaizka Garitano decidió arriesgar y puso en liza a Luis Suárez, que el día antes había recibido el alta médica después de haber estado de baja durante tres meses y medio tras la grave lesión que sufrió contra el Granada, en la octava jornada de Liga.

El Almería tenía, prácticamente, contra las cuerdas a su rival y necesitaba un delantero arriba para intentar marcar y conseguir la primera victoria de la temporada. Aunque Garitano advirtió en la previa que el colombiano no estaba para jugar salvo unos minutos, optó por darle entrada, disputando los siete minutos que restaban del tiempo reglamentario y otros tanto del añadido.

Luis Suárez se llevó una gran ovación por parte de los aficionados, que corearon su nombre, cuando salió al terreno de juego. Al final agradecía “las muestras de cariño que he recibido por parte de la afición”.

El delantero, que no ocultaba su satisfacción por volver a jugar, destacó “el gran partido que hemos hecho ante el líder”, aunque lamentó “no haber sumado los tres puntos, que los hemos merecido”. En cualquier caso abogaba por que el equipo siguiera en esta línea, pero logrando la victoria.