Borrón y cuenta nueva

Toca reinventarse. La base de jugadores con la que llevamos conviviendo varias temporadas se está partiendo en dos. Por una parte, los que presumiblemente van a continuar como Centelles, Edgar y, cómo no, Fernando. Por otra, los que no supieron aprovechar la eterna oportunidad que se les dio, como Marezi o Kaiky, los que marcharán dejando un buen rédito al club, como Pubill o Suárez o los que simplemente ya han marcado un ciclo de rojiblancos como Robertone. El riesgo y el reto para esta temporada será muy elevado pues, como se suele decir, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.

A pesar de todo, se hacía necesaria una remodelación de todas las líneas. Cualquiera pensaría primero en la zaga, donde en teoría se comienza a fortalecer cualquier conjunto que aspire a lo máximo, pero más allá de esa loable idea, es el actual cuerpo técnico encabezado por Rubi el que se debe de mentalizar de que el fútbol moderno, y más el de la categoría de plata, se basa en el ritmo y la presión adelantada, más allá del fútbol de ataque. Lo estamos viendo en todas las competiciones y categorías y la UDA no debe ser ajena a ello, máxime al perder a un jugador como Suárez que, a duras penas, sostenía el poder ofensivo y la romántica idea de Rubi de jugar con más delanteros que centrocampistas.

Pero volviendo a esa línea tan vilipendiada en estas dos últimas temporadas, la defensiva, se hace necesaria la incorporación de al menos dos centrales más que impongan su ley. A buen seguro que así, tanto Edgar como Chumi parecerán mejor de lo que son. La otra novedad de la semana llegó a través de la contratación del nuevo team manager del club, Salva Sevilla. Desde luego, la entidad no está siendo sensible en los últimos tiempos con algunas decisiones rayanas en la provocación deportiva. Primero, fue en torno al castigo sin aviso para miles de abonados que deseaban renovar su asiento, tema que abordaré en profundidad cuando finalice la campaña de abonos.

En nombramiento del virgitano ha pillado por sorpresa

Y segundo, el referido nombramiento del exjugador virgitano que ha pillado por sorpresa a una afición rojiblanca dolida con él desde hace varias temporadas. Algo así como si a la finalización de su carrera como jugador en activo el flamante fichaje del Atlético, Baena, recalara en la UDA en algún puesto similar al de Salva Sevilla. No se trata ahora de recordar polémicas declaraciones ni acciones deportivas del pasado pero, en espera de que la nueva relación sea lo más fructífera posible, el club parece actuar en los últimos tiempos a espaldas del sentir mayoritario del fiel seguidor rojiblanco. Ojalá que a la postre todo salga bien, la necesaria remodelación de la plantilla de cara al ansiado ascenso y la nueva labor de Salva Sevilla por el bien de todos los que deseamos lo mejor para el club y, por ende, para la ciudad.