Lopy entona el 'mea culpa'
UD ALMERÍA
El centrocampista senegalés pide disculpas en redes sociales por su comportamiento tras ser sustituido ante el Eibar
Sinsabores históricos del Almería en el Alfonso Murube en un fútbol de otra época
Dion Lopy generó el sábado un incendio que 48 horas después ha intentado apagar con unas disculpas en redes sociales a buen seguro forzadas desde el club. El centrocampista senegalés se tomó a malas su sustitución por su compañero Gui Guedes en el minuto 60 del encuentro que los enfrentaba con la SD Eibar y se marchó sin chocarle la mano a Rubi, que luego le recriminaba su actitud díscola dentro del banquillo. Si en otras ocasiones ha podido censurarse un cambio del técnico catalán, lo cierto es que en esta en particular estaba plenamente justificado.
Conviene recordar que Lopy había visto una cartulina amarilla ridícula al borde del descanso y muchos apostaban incluso por que no hubiera saltado al césped en la segunda mitad, donde en un par de acciones rozó la segunda tarjeta, que hubiera dejado a su equipo en inferioridad numérica. En su caso, además, llueve sobre mojado, ya que el futbolista africano fue el más amonestado de la plantilla el curso pasado (vio 19 amarillas en 36 apariciones), mientras que en el presente curso acumla ya 4 amonestaciones, situándose al borde de la suspensión por acumulación, y también ha visto una roja.
Su reacción provocó además que se pusiera en tela de juicio el parnaso idílico que parecía el vestuario rojiblanco, al menos en función de las declaraciones de los distintos protagonistas, en el sentido de que esta temporada el ambiente era mucho más sano que la campaña anterior, cuando surgió el episodio de las críticas veladas de algunos jugadores con peso específico a la actitud individualista de Luis Suárez e incluso al manejo de la situación del propio Rubi. Para zanjar el asunto Lopy subía un post a su cuenta de Instagram en la noche del lunes en el que intentaba disculparse por su comportamiento.
"Hola a todos los rojiblancos, quiero disculparme con ustedes y con el entrenador por mi comportamiento después de mi salida el sábado. Este acto no se parece a mí, reconozco mi error y esto no volverá a suceder. Vamos los rojiblancos", expresaba un aparentemente arrepentido Lopy a nivel personal. La actitud del futbolista, muy querido por la afición debido a sus icónicas celebraciones bailando cerca del graderío después de cada triunfo, fue mayoritariamente censurada, pero bien está lo que bien acaba si ha servido para que el mediocentro asuma que no deja de ser una pieza más del engranaje colectivo.
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