Ojalá existiera lo de la OTI
Rubi, en contra de la lógica
UD Almería | El acta de Vivancos
Partiendo de la base de que ningún entrenador es divino, nos estamos topando en Almería con un técnico que en numerosas ocasiones hace lo contrario de lo que la lógica dictamina
El Almería remonta al Sporting y recupera la fe (2-1)
El triunfo ante el Sporting se necesitaba, vino como agua de mayo, porque con una victoria se puede trabajar mucho mejor durante la semana previa al siguiente choque en Las Palmas. Pero, por encima de todo, se debería reflexionar acerca de lo que se ha hecho bien hasta ahora y de lo que no ha sido tan acertado. Partimos de la base de haber visto en las tres últimas jornadas a rivales que en principio podrían ser una muestra del nivel de la categoría, siendo el resultado muy propicio para los intereses rojiblancos al no haberse mostrado ninguno de los oponentes superior a la UDA.
Es más, con unos retoques tácticos esta UDA puede dar más de sí para alcanzar y poder asentarse en los puestos de privilegio. Me temo que dichos retoques deben provenir del banquillo rojiblanco. Y es que esta plantilla no está siendo aprovechada al máximo por Rubi. En el once inicial ante el Sporting ya vimos una de las típicas decisiones de Rubi a contracorriente, al colocar de inicio a Chririno justo cuando se habló toda la semana previa del gran boquete en la zaga rojiblanca por ese flanco diestro.
Más de uno dirá que el entrenador es el que trabaja a diario con los jugadores y que si situó al exjugador del Castellón de inicio será por algo. Y partiendo de la base de que ningún entrenador es divino, nos estamos topando en Almería con un técnico que en numerosas ocasiones hace lo contrario de lo que la lógica dictamina, vamos, de lo que cualquier aficionado puede apreciar a simple vista. Y así fue, Chirino de inicio, para poner a los pies de los caballos a un chico que hizo lo que pudo, pero que mostró unas carencias defensivas impropias de la categoría profesional en la que ha debutado.
Luna es superior a su compañero
Su partido no pudo ser más flojo, dejando una paupérrima impresión defendiendo o eligiendo la peor decisión posible cuando el rival incordiaba con sus transiciones ofensivas. Luna, sin ser todavía un gran lateral, es superior a su compañero de demarcación, pero Rubi siempre optará por lo que casi nadie haría. En la segunda mitad, Chirino sí estuvo más cómodo, sobre todo a raíz de la entrada de Arnau (partidazo el suyo) que jugó como de costumbre por su misma banda derecha. Y a colación de este cambio, se volvió a demostrar que el Almería explota mejor sus cualidades con ese centrocampista de más en detrimento de uno de los cuatro delanteros, cantidad que solo se permite el lujo de alinear un equipo de los grandes.
Sin embargo, Rubi siempre recurre a la fórmula más coherente cuando se ve contra las cuerdas, tal y como ocurrió la pasada campaña. Resulta que tras el descanso, y perdiendo, retira Rubi a dos delanteros y solo saca a uno. ¿Parecería una incongruencia, no? Pues nada más lejos de la realidad, es el dibujo que siempre le funciona a Rubi, pero es el que vuelve a destruir cuando todo le va sobre ruedas. En el partido ante el Sporting se vio de un plumazo, pese a contar la UDA con ventaja numérica durante buena parte de la segunda mitad. Todo ello, unido al lujo innecesario de tener en el banquillo a un jugador como Horta, que mueve al equipo con criterio y que por ejemplo fue quien propició la jugada del tanto de la victoria con su excelente pase a Arnau. Lo dicho, en demasiadas ocasiones estamos en manos de las decisiones a contracorriente de Rubi.
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