Almería, un gran coto de caza

Almería es un gran coto de caza, con el 74% del territorio (652.990 hectáreas) acotado. Hay más de 43.000 cazadores inscritos en el Registro del Cazador y 38.584 licencias en vigor. Para hacernos una idea, en cada pueblo hay al menos una sociedad de cazadores, hasta sumar 179 (clubes deportivos), además de 629 cotos de caza menor y 120 de caza mayor. Pero sobre todo, la cinegética en la provincia amén de un deporte es también una actividad económica que lleva años aportando importantes beneficios y que sirve de equilibrio a particulares e incluso a la propia administración andaluza, que recibe unos ingresos anuales por cada licencia que emite y por las subastas o sorteo de los cotos públicos que saca cada año en la sierra de Los Filabres, cuyos adjudicatarios pagan un canon por su disfrute. Cada licencia cuenta alrededor de 20 euros.

Concretamente, la caza mayor es la que reporta los beneficios más altos. Cada vez más, es un negocio o una forma de vida para muchos titulares de cotos privados o aficionados. Así lo han manifestado las propias sociedades que cada año también ingresan importantes cantidades en sus arcas con la venta de monterías y batidas, e incluso aseguran que "cada vez son más las personas que se interesan por hacerse con un trofeo, sea el precio que sea, principalmente los ciudadanos extranjeros". No obstante, hay que tener en cuenta que con la crisis los precios han caído considerablemente.

Para hacernos una idea de la importancia de esta modalidad, de los 749 cotos existentes, 120 son exclusivos de caza mayor (han pasado de ser 21 en el año 2000 a 120 en la actualidad, crecimiento que evidencia el volumen de negocio que mueve).

Sólo la Junta de Andalucía obtiene con la gestión de la cinegética del orden de 280.000 euros anuales, un montante que se emplea en labores de gestión y vigilancia, mejora de hábitats, siembras, puntos de agua, etc., y para cualquier actuación necesaria para la gestión de los acotados, explicaron desde la Delegación Provincial de Medio Ambiente. A estas cifras habría que sumar lo que ingresan las sociedades de cazadores o los empresarios que han decidido buscar en este sector su modo de vida, las armerías, tiendas de ropa o incluso las clínicas donde realizan las revisiones para expedir el correspondiente certificado médico, imprescindible para renovar el permiso. El volumen de negocio en la provincia es incalculable. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que regula esta actividad, estima que en cada temporada de caza se generan unos 3.500 millones de euros y casi 50.000 empleos en el conjunto de Andalucía (con la suma de todos los sectores implicados), además de los empleos fijos que esta actividad mantiene en el campo durante todo el año, como son los guardas, veterinarios, encargados de rehalas, venta de armas, ropa...

La importancia que desde hace unos años ha adquirido la caza mayor en la provincia de Almería es tal que incluso ya no solo la practican cazadores autóctonos, sino que cada año desfilan por las sierras decenas de extranjeros, enamorados de las reses que se crían en estas zonas de la península ibérica. De hecho, los trofeos de cabra montés, que son precisamente los más cotizados y caros, los adjudicatarios suelen ser mayoritariamente ciudadanos de la Unión Europea como alemanes, húngaros y belgas.

La caza mayor básicamente se practica en la sierra de Los Filabres en tres modalidades: rececho, montería y aguardo. Fuentes de la Delegación de Medio Ambiente señalan que la mayoría de los adjudicatarios de las monterías que subasta la administración cada año se adjudican, al 100%, a sociedades de caza o clubes deportivos de la provincia, y sobre todo comarcales.

A pesar de que en Almería esta afición "no es elitista", como así indican tanto los aficionados como los distintos sectores que intervienen, los precios para poder abatir una res de cierta calidad puede ascender a los 10.000 euros, dependiendo de la puntuación que obtenga el trofeo durante su tasación. Sin embargo, los que quieran adentrarse en este deporte pueden hacerlo de una forma asequible. Por poner un ejemplo, lo más caro es el arma, que se puede incluso adquirir de segunda mano o en subastas como las que organiza cada año la Comandancia de la Guardia Civil. Son citas muy concurridas por los cazadores, puesto que se pueden encontrar rifles por el módico precio de 200 euros. Y el coste para participar en una montería parte de los 150 euros aproximadamente.

El delegado provincial de Medio Ambiente, Antonio Martínez, destaca la importancia de la cinegética "como un complemento económico cada vez más importante". Como asegura, "empresas relacionadas con el turismo como por ejemplo los hoteles y restaurantes, así como las rehalas y otros sectores están directamente implicados en estos beneficios". Además, Antonio Martínez señaló la gran colaboración que prestan los cazadores en la conservación de la biodiversidad de los montes, con la realización de siembras, mantenimiento de aljibes y control de poblaciones".