Ángel y Patricia, unidos en uno de los "días más duros" de su vida

Los padres del niño Gabriel Cruz declaran ante el juez como testigos en la causa contra Ana Julia Quezada

Finalmente se han personado como acusación particular en el caso

Patricia Ramírez y Ángel Cruz abandonan la Ciudad de la Justicia en el vehículo de sus abogados, Paco y Miguel Ángel Torres. / Javier Alonso
M.M.

23 de marzo 2018 - 02:38

"Hoy sin duda es uno de los días mas duros a los que nos vamos a enfrentar". De esta forma se dirigían este jueves Ángel Cruz y Patricia Ramírez a los medios de comunicación poco antes de declarar como testigos en la causa contra Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte de su hijo, el niño Gabriel Cruz. Sin embargo, por primera vez, no lo hicieron directamente a las cámaras. No, eligieron remitir un comunicado a través de sus portavoces que ya presagiaba que deseaban la misma privacidad que algunos no supieron o quisieron darles llegado el momento.

Los progenitores del pequeño estaban citados a las doce del mediodía en la Ciudad de la Justicia para prestar testimonio ante el juez Rafael Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería. El momento exacto de su llegada se desconoce pues accedieron a la sede judicial por la puerta trasera. Sí se sabe que declararon por separado durante cerca de dos horas y que abandonaron estas dependencias cerca de las tres, utilizando de nuevo el mismo acceso y utilizando para irse del lugar el coche conducido por sus letrados, Paco y Miguel Ángel Torres.

Por desgracia, pese a su deseo de intimidad, muchas fueron las cámaras que acorralaron el vehículo incluso en plena calzada, cuando tras haber accedido a la calle Padre Méndez se dirigía hacia carretera de Ronda. Todo ello ante el silencio de unos padres que finalmente se han personado como acusación particular en la causa que se sigue con la que era la pareja de Ángel cuando se produjo la desaparición de Gabriel en Las Hortichuelas Bajas de Níjar. La misma que mató al niño un 27 de febrero y fue sorprendida con el cadáver de éste en el maletero de su coche en Vícar, donde lo había trasladado tras extraerlo de la finca de Rodalquilar en la que estuvo enterrado durante doce días.

Ángel y Patricia ya cuentan con letrados que representen sus intereses y que en su día tendrán que pedir de forma paralela al Ministerio Público las penas que consideren adecuadas para los delitos a los que se enfrenta Ana Julia Quezada, asesinato, detención ilegal y contra la integridad moral, al menos por el momento.

Se desconoce el contenido exacto de la declaración de ambos aunque es lógico pensar que el juez habrá incidido especialmente en los días en los que se llevó a cabo la búsqueda de Gabriel por tierra, mar y aire. Doce jornadas en las que la dominicana guardó las apariencias e incluso participó en las batidas sin derrumbarse y confesar en ningún momento.

Los progenitores siguen sin hablar mal de la "bruja", en su lugar han preferido remitir un collage fotográfico en el que salen junto al niño elaborado para felicitar una pasada Navidad. "Si pensamos en Gabriel creo que él nos sonreiría y nos diría que hay que estar contentos", dijeron.

El juez asegura que resulta "incuestionable" la participación de la detenida en la muerte del menor, "por cuanto no sólo es que ella misma haya reconocido tan luctuoso suceso, sino de que de las intervenciones acordadas judicialmente y pruebas recopiladas, se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen".

En este sentido, Soriano apunta que de las actuaciones judiciales se infiere, indiciariamente, que el 27 de febrero Ana Julia "aprovechó un momento temporal en el cual sabía que se iba a encontrar a solas con el niño, y que la abuela paterna no lo iba a controlar" para trasladarlo hasta la finca de su padre en Rodalquilar mediante engaños o la promesa de devolverlo pronto a jugar con sus primos.

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