Chequean el riesgo de caída de las palmeras de la avenida de Cabo de Gata
Almería
Comprueban el grado de estrés de los ejemplares tras el fallecimiento de dos personas. Los técnicos ya han retirado una en esta evaluación de carácter extraordinario que aún continúa
El Ayuntamiento de Almería y la empresa concesionaria del servicio de conservación y mantenimiento de los parques y jardines de la ciudad –la unión temporal de empresa STV Gestión y Albaida–, está realizando desde este fin de semana un chequeo extraordinario sobre el estado de salud vegetal de las palmeras de la avenida de Cabo de Gata, donde la caída de uno de estos ejemplares el pasado jueves ha provocado la muerte de dos personas.
Los exámenes tras fuertes tormentas o vendavales al conjunto de palmeras existentes en la capital almeriense –reúne más de 10.500–, suelen realizarse de manera habitual, ya que esta práctica es de obligado cumplimento por contrato, si bien, en este caso, se trata de una evaluación extraordinaria al estar aplicándose una metodología de mayor profundidad en aras de determinar el riesgo de posibles fragmentaciones o desplomes de cada uno de estos ejemplares situados en los alcorques de esta avenida, muy transitada por vehículos y donde las rachas de viento azotan con mayor fuerza.
Las pruebas, para las cuales se están empleando grúas entre los medios mecánicos, tratan de medir el grado de estrés sufrido por las palmeras y la flexibilidad de los estípite o troncos. Una decisión que responde, entre otros motivos, a que la palmeradesplomada que ha causado el fallecimiento de dos de las tres personas que se vieron sorprendidas, no presentaba signos visuales de enfermedad alguna, así como a la petición de los vecinos de Ciudad Jardín de que fuera realizado un “control exhaustivo” sobre estas hileras verdes, máxime cuando apenas un mes antes se vino abajo otro ejemplar de la misma avenida.
Mientras arbolistas concluyen su informe de evaluación sobre la 'palmera mortal', que determinará si estaba o no afectada por enfermedades ocultas u oquedades, las pruebas biomecánicas se han extendido in situ, procediendo al corte parcial de esta arteria de comunicación principal.
Comenzaron el sábado y este lunes han continuado las evaluaciones de anomalías y defectos en su morfología, que pueden comprometer la estabilidad de las palmeras y que, unido a la presencia de factores como una fuerte exposición a los vientos y una localización altamente sensible por tratarse de zonas muy transitadas, entrañan el riesgo desembocar en la fatiga del árbol.
El diagnóstico en marcha está teniendo en cuenta la fragilización por exceso de dureza, la densidad del estípite y su comportamiento mecánico. Para ello, los técnicos están llevando a cabo mediciones de flexibilidad y estrés, mediante una soga de cuerda en el capitel de la palmera y aplican, con la ayuda de la grúa, una fuerza suave y ligera con objeto de observar el reparto de la fuerza sobre la superficie de la misma. Por el movimiento oscilante se puede llegar a determinar si el grado de riesgo de caída que presenta es asumible o no, y por tanto, debe ser apeado. Las pruebas no han acabado y ya hay una cortada.
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